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La reina se encuentra en su alcoba luciendo su bata de seda blanca, sus cabellos dorados descansan sobre sus hombros, mientras ella sonríe mirándose en el espejo, le gustaba admirarse y ver su belleza.

La belleza lo era todo, podía conseguir cada cosa que se proponía, tenia un bonito rostro que la llevo a conseguir todo lo que deseaba. Era amada por su belleza.

Pero sabia bien que la belleza no era para siempre y lo veía en su rostro cada mañana, líneas de expresión se asomaban en su piel. No podía hacer nada con el tiempo, pero si con la belleza.

Magia negra, sabia utilizarla y lo había hecho un par de veces antes, pero el costo que pagaba era alto, cada vez que la utilizaba se llevaba un poco de su alma.

—Espejito ¿Quién es la mas linda? —Pregunta mirando al espejo de bordes dorado que comienza a tomar forma de una persona sin rostro.

—Majestad usted es la más hermosa, pero...

—¿Pero? —Pregunta frunciendo su entrecejo en desagrado.

—Hay una persona que supera su belleza y no solo físicamente, si no en alma y pureza.

Lee Nayeri suelta una carcajada —. ¿Quién es esa persona?

—El príncipe Kim JunMyeon.

La reina no se sorprendió, podía notarlo, cualquiera podría notar la belleza del príncipe a pesar que anduviera en harapos. Sus manos se formaron en puños y sus largas uñas se enterraron en su piel haciéndola sangrar.

JunMyeon se estaba convirtiendo en un problema para ella, y no era solo por eso. Pronto cumpliría la mayoría de edad y podía reclamar la corona. Eso era algo que no podía permitir.

Se haría cargo de Kim JunMyeon como debió de hacer hace muchos años.

...

Yixing entra con cierto temor al castillo, no significaba nada bueno que la reina quisiera verlo. El temor corría por cada poro de su cuerpo y la curiosidad lo mataba.

El sirviente lo empujaba por su espalda hasta llegar al salón principal donde al final en una hermosa silla de oro y plata, descansaba la reina. -Hasta que llegas.

—Aquí esta como lo pidió su alteza, el hijo del cazador.

—Lindo —Dice Nayeri levantándose y caminando hacia Yixing que frunce su ceño.

—¿Para qué me quiere su...Majestad? —Dice lo último con dificultad y asco.

—Oh querido Yixing —Su voz suena dulce —. Necesito que hagas un pequeño trabajo para mí y a cambio te daré muchas monedas de oro, un médico para tu padre y la medicina que necesite.

Yixing la miro sorprendido, era una oferta tentadora, pero sabía que había algo oscuro tras esa propuesta. Nada bueno provenía de la reina — ¿Qué debo hacer?

—Mataras a JunMyeon —Dice con vos triste — Y como pruebas de que lo harás me traerás su corazón...aquí — Habla mostrando el cofre en sus manos.

Yixing no podía creer lo que estaba oyendo, y negó de inmediato con su cabeza, el no haría eso. Era algo descabellado, malvado y cruel, ¡El no era ningún asesino! y junmyeon era su otra mitad, lo amaba.

—No lo hare, no soy ningún asesino...majestad.

—Oh querido claro que lo harás, porque o sino mandare a mis guardias y mataran a tu padre que está enfermo, a tu madre y a tu hermanito —Sonríe con maldad —¿Tú no quieres eso verdad?

—Y-yo...No majestad.

—Me lo imaginaba.

—Mañana lo llevaras al bosque con cualquier excusa y lo mataras...Espero cumplas con tu palabra Yixing.

—Si majestad.

Yixing salió del castillo con su cabeza gacha y su corazón latiendo por lo que haría al otro día, y esperaba que dios lo perdonara porque él nunca se lo podría perdonar.

...

Junmyeon sale del castillo acomodando su capa y arreglando su cintillo rojo en su cabello negro, había visto por la ventana de su alcoba a Yixing llamándolo y con temor bajo rápido a su encuentro.

—Yixing ¿Qué haces aquí? Si la reina te ve podría meterte al calabozo.

—Tranquilo nadie me ha visto — Sonríe nervios Yixing tomando entre su mano derecha la pequeña manito del príncipe —Vamos al bosque, escapémonos por un rato — Propone intentando parecer divertido.

Junmyeon sonríe inocente y asiente entusiasmado y apretando la mano de su "amigo" el cazador corren juntos escapando del castillo y adentrándose al bosque.

—Gracias por haberme sacado de ahí Yixing-ah — Sonríe mostrando sus ojitos en luna y sus mejillas transformándose en dos lindas manzanas.

Durante el paseo Yixing esta callado escuchando el tarareo de junmyeon que ríe y sonríe al ver algo muy lindo. Yixing no aguanta más y cae sobre sus rodillas en la nieve, llorando y pidiendo perdón a su príncipe.

—¡Yixing-Ah! —JunMyeon se agacha frente a su amigo y toma con delicadeza el rostro de yixing limpiando sus lagrimas sintiendo su corazón apretado —No llores, no me gusta —. Susurra JunMyeon con su rostro lleno de dolor.

—Por favor perdóname JunMyeon, perdóname —. Sollozaba Yixing cubriendo su rostro por la vergüenza que sentía, pero sus manos eran retiradas y junmyeon le sonríe cálidamente.

—¿Por qué tendría que perdonarte Yixing-ah? Tu siempre has sido muy lindo y bueno conmigo —Dice JunMyeon sintiendo sus mejillas colorearse de un lindo rosa.

—Debes correr, y correr JunMyeon lo más lejos de aquí — Dice desesperado el cazador tomando las manitos de JunMyeon entre las suyas —. Por favor de ves irte lejos y no volver jamás.

—Pero Yixing-Ah ¿Por qué dices eso? — Pregunta el príncipe asustado.

—La reina me ordeno que te matara — Dice Yixing bajando su cabeza — Me amenazo que si no llevaba tu corazón en un cofre mataría a mi familia.

Junmyeon cayó sobre su trasero asustado y sintiendo sus ojos cristalizarse.

—¡Pero no puedo! —Grita exasperado Yixing — Por eso te pido que corras lo más lejos que puedas, huye de aquí Myeonnie, por favor.

—Yixing-ah —Solloza JunMyeon asustado y temblando mientras era levantado por el cazador y empujado para que empezara a correr.

—No podía matar a alguien tan lindo y puro como tu Myeonnie, por favor corre y vete—. JunMyeon lo mira con sus ojitos empapados en lagrimas y simplemente niega con su cabeza, Yixing suelta sus manos y corre lejos del príncipe, dejándolo solo. Grita el nombre de Yixing muchas veces y cae sobre sus rodillas en la nieve blanca, susurrando un ultimo te amo por el camino que se había ido el cazador. Mientras que Yixing se prometía volver a encontrar a su príncipe, una vez se encargara de la reina.

Junmyeon asustado y sollozando comienza a correr por el bosque adentrándose cada vez más, en donde los arboles se juntaban aun mas y todo parecía mas tenebroso, donde las plantas formaban horribles figuras que hacían correr desesperado al príncipe, donde se escuchaban rugidos que solo era el viento removiendo las hojas.

Junmyeon corrió toda la noche sin descanso hasta que cayó frente a una pequeña cabaña, tuve que agacharse y entrar, en donde encontró y pequeñas camas una frente a la otra, había 7 sillas y una gran mesa de madera. Junmyeon cansado y con sus ojitos hinchados de tanto llorar dio su último esfuerzo y junto las camas cayendo rendido sobre estas. 



Nuestro myonnie T-T 

Espero les haya gustado y pronto nos estaremos leyendo. 

JunMyeon y los 7  enanitos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora