BLOOD

3.2K 453 156
                                    

Capítulo 10.



Akutagawa llego al departamento por la noche, Atsushi terminaba de hacer la cena – he llegado – se anuncio

― Bienvenido – respondió Atsushi

― ¿haces solo la cena? – preguntó acercándose a la cocina

― Imagine que llegarías tarde – menciono pasando la carne al sartén.

― Sí, yo... tenía que quedarme en la base y

― Entiendo. No tienes que explicar.

― Jinko – tomo la mano del albino y esté subió su mirada encontrando la del azabache fija en él. - ¿Qué hacías hoy en el parque? ¿Por qué hoy?

― ¿Qué tiene de malo? – pregunto el albino y miro a otro lado – conozco tu trabajo, fui uno de tus pedidos

― No te comportes así ahora

― ¿así como? Solo fui por unos dulces y a disfrutar del parque, como una persona normal, como las que estaban allí también

― Hacia mi trabajo

― Y yo solo me divertía

― Jinko

― ¡No te estaba reclamando nada!

― Tu... ¿no?

― Comprendo, no me gusta. Pero comprendo...

Akutagawa acerco su mano al brazo del albino pero el sartén encendido con carne comenzó a salpicar, Atsushi alejo el brazo y el mafioso rápidamente fue a su lado – déjame ver

― Estoy bien, no me queme

― Solo déjame verlo – pidió.

El albino presto su brazo y el mafioso le miro, era solo un pequeño enrojecimiento por lo caliente. Akutagawa no lo pensó. Beso aquella herida, el albino se sonrojo y le miro - ¿qu-que haces?

― Es que... yo...

Entonces, el teléfono sonó. Atsushi y Akutagawa se miraron pero el mafioso hizo señas a que respondiera, mientras el agente hablaba por teléfono el mafioso movió la carne. El albino colgó y suspiro - ¿Qué te ocurre?

― Debo ir a la agencia

― ¿tan tarde? ¿Por qué?

― Hay un caso de la policía, y debo llevar a Ranpo-san. Kenji está dormido

― Pero

― Volveré cuando el caso se resuelva – menciono tomando un abrigo

― Jinko

Aun cuando Akutagawa le llamo, el albino se marchó. No había de otra, cierto que no estaba enojado, conocía el trabajo de mafia pero... verlo, fue diferente.

Aquella noche fue mala para el mafioso, Akutagawa no podía dormir, Atsushi seguía sin llegar y lo único que estaba allí era el peluche. En una rabieta. Se levantó para sentarse en su cama, tomo el peluche y apretó el rostro de felpa. -¿Qué es lo que le pasa? – pregunto molesto. - ¿Por qué tenía que arruinarlo? No debía verme, porque yo... yo... - dejo el muñeco dejándolo caer. Era tarde. Lo sabía bien.

Atsushi llego por la madrugada. El caso de Ranpo se había alargado por que las pistas no estaban cerca, no era como si la policía pudiera papelear "porque así lo dijo Ranpo". Atsushi primero dejo al castaño en su casa y pensando mil veces ir al departamento que tenía con Kyouka, regreso al que tenía de casado. A su llegada, el mafioso no estaba.

Señales Rojas || Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora