#Poema 5: En una cuneta

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Mi amor, lo sé. Desde que a ti también te sacudió el mismo presagio. Desde que el testigo indicó reserva. Ambos, a la vez, dirigimos la mirada, tensos. La luz roja reflejada en nuestras gafas, empañándose los cristales tras escurrir lagrimas, la audición atormentada tras el pitido de alerta... Sabíamos, sabíamos... Que todas las jodidas gasolineras estaban cerradas. Aunque nos recordáramos una y otra vez que la carretera contaba con innumerables kilómetros... Que debíamos haber sido cautos. No lo fuimos. Y ahora... Estamos en el arcen. Y tú nos colocas los chalecos reflectantes. Y yo nos protejo con la luz de emergencia. Y nos acurrucamos los dos en el el pavimento, apoyados en el maletero, deseando que algo nos salve de esta situación.

Lo sé, yo también siento que son raíces, que se han amoldado a mi corazón como si se trataran de venas, de ventrículos, y que todas conforman una conexión  tan fuerte... que... Que cuando decidamos extirpar... aquella que... La que nos conecta a los dos...

Dolerá. Dolerá. Y dolerá...

La realidad es que ninguno tenemos la culpa de que lo que construyéramos tenga adjudicada ahora fecha de demolición. Ningún tipo de magia, de adivinación, podía habernos iluminado con el hecho de que... Habría un obstáculo insalvable para los dos, en mitad de lo que parecía una carretera sin final. Un libro en que no querríamos una hoja con la palabra - fin - como única protagonista del papel en blanco.

- FIN -

Cómo duele. La sensación de vacío. La incertidumbre. La melancolía. Cuando la historia ha sido tan preciosa. Y llegas a la última página.

Lo sé. Es que son fotografías, canciones, olores, lugares, recuerdos, abrazos, besos, caricias y orgamos. Pruebas de que nos quisimos con la sinceridad más absoluta. Con las ganas como combustible, rebasando la marca de 'depósito completo'.

Te quieros.
Te echos de menos
Me haces tanta falta
Y sin embargo...
Te dejo.

Te dejo... Para ser feliz. Ambos.
Porque el dolor es inevitable,
Pero el sufrimiento es opcional.
'Te dejo'. Dos palabras, que ninguno se atreve a pronunciar en voz alta.

Así que aqui estamos, en medio de la nada.
Sin cobertura. Sin batería. Sin combustible. Sin linterna. Y carteles de 'cerrado' en cada local. Eso sí, abrazados, de la mano, tiritando, y muertos de miedo, con una venda en los ojos...

A escondidas en un Ford (Gay Story 🏳️‍🌈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora