Heath se encontraba en la plaza sentada en un banco viendo a las personas que se encontraban allí, la pelirroja iba a sacar su teléfono pero este se resbala de sus manos provocando que cayera en el asfalto
-Maldición-dijo Heath recogiendo su teléfono pero una voz hizo que ella levantara la vista
-Las señoritas no dicen ese tipo de palabras-habló un hombre de ojos azules que la miraba con intensidad
-Y los Ken no deberían estar afuera de la caja, pero mira dónde estamos-dijo Heath ladeando la cabeza con una mirada burlona
-Niña inmadura-murmuró el hombre antes de darse la vuelta y caminar de regreso por donde vino
«Habló la madurez personificada» pensó Heath viendo al sexy hombre con el que había hablado alejándose entre la multitud
(...)
Pasaron los días y el misterioso hombre no había vuelto a cruzarse en el camino de Heath. Los intentos de Avery para hablar con Heath cesaban cada vez más
-Señorita Dwan, su madre está en la línea telefónica-dice Avery entrando a la oficina de la pelirroja sin tocar, Heath la fulmina con la mirada y se levanta de su asiento para posicionarse a la par de ella
-Que confianza tienes tú-murmura Heath mirándola de soslayo-Eres muy confianzuda ¿No te lo han dicho?, Señorita Carrey que sea la última vez que entra sin tocar la puerta ¿Entendió?-dijo Heath sin despegar la vista en el cuadro donde aparece su abuelo y ella, un año antes de irse a Londres
-Si, entendí-dijo Avery antes de salir de la habitación con los ojos cristalizados
Heath mira la puerta con nostalgia pero el sonido de un celular la saca rápidamente de sus pensamientos, se retracta y descuelga el teléfono
-Madre-responde Heath tomando asiento en la silla de la oficina
-hija ¿Cómo estás?-pregunta Alaska mientras se lima las uñas
-Muy bien ¿Y tú? Madre-pregunta Heath
-Excelente hija-responde Alaska-Necesito que te pases por la boutique de tu abuelo, la administradora está de vacaciones y como a ti se te da muy bien eso...
-Está bien madre, nos vemos
Heath se levanta de su asiento y se dirige a su habitación para ducharse y cambiarse de ropa para al fin dirigirse a la boutique de su abuelo
Se va en su auto, al llegar la esperan los empleados afuera de la tienda, Heath se baja de el auto y entra a la tienda bajo la mirada de todos
-Soy Heath Dwan y-una empleada no la deja terminar
-¿Heath?-pregunta incrédula la castaña
-¿Algún problema señorita? Porque si es así recuerde muy bien dónde está la puerta ya que yo no sé la voy a mostrar-dice Heath con una sonrisa burlona-prosigo, soy Heath Dwan y soy la encargada y administradora de Fashion Dwan, alguna duda me la hacen saber-los empleados asienten y Heath se da la vuelta y se va a la oficina de su abuelo con una sonrisa de satisfacción
A el rato toca la puerta un empleado, que Heath reconocía cómo Francis
-Adelante-dijo Heath y Francis entra con una sonrisa
-Señorita, el señor Amell pide hablar con usted-dice con un tono afeminado
-Voy para allá-dice Heath levantándose de su asiento para caminar junto a Francis, al llegar con el hombre este se da vuelta y Heath se lleva una gran sorpresa al encontrarse con el hombre de ojos azules
-Ken-murmura Heath con las cejas enarcadas-Francis retirate-ordena
-Señorita Dwan yo quería-dice pero un chillido femenino lo interrumpe, a su lado llega una despampanante rubia con curvas voluptuosas
-Barbie-murmura Heath con una sonrisa ladeada ganando la atención de la rubia que la recorrió con la mirada de una manera desagradable
-Bárbara para tí-dice la rubia con una mirada de autosuficiencia, "que irónico" pensó Heath-Querido, ¿ya hablaste con el dueño?-pregunta Bárbara
-De echo...
-Caperucita, nadie pidió tu opinión, así que te retiras que mi novio y yo estamos algo ocupados-dice la rubia tomando el brazo de su novio
-Barb, ella es la dueña, la señorita Dwan-dice el hombre de ojos azules ganándose un chillido agudo de la rubia
-¡¿Que?! ¿Cómo está... mojigata puede ser la dueña de tal boutique?-dice ganándose una mirada fulminante de parte de la pelirroja
-Mojigata o no, al menos no ando de clínica en clínica para solamente ganar la atención de los hombres-dice Heath con una sonrisa ladeada
-¡Me voy! Noah, entiendete tu con esta...desadactada-dice Bárbara para después irse sonando los tacones fuertemente
-Lo siento por el comportamiento de mi novia-se disculpa Noah un poco avergonzado, "Ahora hablo con Bárbara" pensó Noah mirando como Heath se encogía de hombros con indiferencia
-De echo, yo también tendría que disculparme, no es muy profesional que yo le siga el juego-dice Heath con una sonrisa genuina pintada en su rostro
-Estamos a mano-dijo Noah haciendo reír a Heath- bueno a lo que vine, necesito un vestido azul marino, un diseño exclusivo
-En ese caso tienes que decirle a la rubia que venga a tomarse las medidas-le explica Heath lamentadose internamente por tener que ver otra vez a la Barbie de plástico
-No, Bárbara no es la dueña de el vestido, es mi hermana-"Gracias a dios" gritó internamente Heath-en ese caso le diré que venga mañana, hasta luego
-Aunque también podría ir a mi casa, para que sea más cómodo-propone Heath, Noah asiente
-Tu casa..
-Oh si, vivo en Wichwood Park, preguntas por mí y listo-Noah asintió
-Adios-se despidió el hombre
-Adios-Se despidió de la misma manera Heath
"Que hombre" pensó Heath abanicandose la cara con la mano
-Uff, hasta a mí se me mojaron los boxers-dice Francis llegando al lado de Heath haciendola reír con su comentario
-¡Francis!-chilló Heath mirándolo de soslayo con un mueca divertida
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Hola mis Florecillas, ¿Cómo están? Yo Feliz por qué ya vamos por el segundo capítulo de está (supongo) que maravillosa historia, acepto cualquier crítica constructivaHora del repaso:
-Heath es una perra en celo cuando quiere
-Avery es muy confianzuda (palabras de Heath no mías)
-Heath es encargada de una boutique
-Francis un Amorsh
-El hombre misterioso se llama Noah (según)
-Bárbara, la prometida con garras; si rima (guiño, guiño)
-Francis y su momento cachondoSe les quiere...
Tostón, fuera💛
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Corazón De Metal ✔
Romance#1 Saga Pelirroja Heath Dwan, a los diez años de haberse ido de su país de origen decide volver para recuperar todo lo que una vez perdió. Ella, ahora una mujer más madura, se jura no caer en lo que más le hizo daño. El amor. Y allí es donde entra N...