Cerezo del desierto [砂漠の桜] || Sakura Haruno y Sasori.

Sakura Haruno.

"Debajo de las estrellas bañadas en la oscuridad. Te cante todo mi amor y lo redujiste a cenizas".

Había pasado algún tiempo desde la cuarta guerra mundial shinobi, la paz era notable desde que la organización Akatsuki había sido exterminada y todas las aldeas unieran fuerzas durante el combate. Los adolescentes crecieron y ahora eran elementos pilares de Konoha. La boda del héroe de la aldea junto a la hija del líder del clan Hyūga era el evento más esperado de la temporada por todos dentro y fuera del país del fuego.

La generación de Naruto fue honrada con el reconocimiento y admiración de generaciones anteriores y posteriores por su rango, asimismo por su destreza en la cuarta guerra mundial shinobi. Con la paz reinando por casi todo el territorio, muchos de estos chicos se dieron la oportunidad de conocerse y explorar el amor, aún así había una kunoichi que no compartía el sentimiento. Sakura Haruno quedó destrozada poco después de ponerle fin a la guerra, su amor de la infancia abandonó la aldea sin permitirle acompañarlo, pero con la promesa de volver algún día... Acontecimiento que esperó con ansias durante años, pero que jamás sucedió. Tal y como los árboles de cerezo y sus pétalos con el cambio de estaciones, sus esperanzas marchitaban, caían y luego renacían. Un ciclo doloroso.

A dos años de iniciar su supuesto viaje de redención los rumores sobre su joven amado acabaron con su castigo autoimpuesto. Se decía que Sasuke era visto al lado de mujeres hermosas en el país del viento y otras regiones. Nunca creyó en aquellas bocas dolosas hasta que su amiga Ino le confirmó haberlo visto con sus propios ojos en una misión. Lloró toda una noche para al día siguiente levantarse con una sola cosa en mente, superarse. Iba a olvidar al Uchiha y sus promesas vacías, pero para lograrlo tenía que concentrarse en algo, eso era su entrenamiento. Tsunade no estaba en la aldea, por lo que el trabajo iba a costarle un poco. Con ayuda de Ino perfeccionaba su resistencia mental durante las tardes y por las mañanas Lee la apoyaba con entrenamiento físico, prácticas que dieron frutos meses más tarde.

Debido a que la boda Uzumaki-Hyūga estaba próxima a llevarse a cabo, todos estaban de un lado a otro tratando de agotar los pendientes para estar listos y sin interrupciones a la hora de disfrutar la celebración y ella no era la excepción; trabajó arduamente de la mano de Shizune para ocuparse de todos sus deberes como el abastecimiento de medicamento, reprogramar citas, asistir cirugías y dar capacitación a los elementos recién graduados. Su plan de asistencia hizo al hospital del pueblo el lugar más eficiente del pueblo, dejándole días libres en los que sus amigas y ella irían en búsqueda de los vestidos ideales para la fiesta.

Faltaban menos de dos meses para la boda; sin embargo, un día fue llamada inesperadamente por Kakashi a la torre Hokage, al parecer por algo urgente. Todos los demás shinobis estaban ocupados aún moderando sus trabajos para tener despejado el próximo mes, así que solo ella estaba disponible, tendría que irse una semana completa en un viaje rumbo a Sunagakure para entregar un documento, recibir otro en respuesta, traerlo a la aldea y si podía tardarse menos de esa semana se lo agradecerían mucho. No tardó en expresar su descontento, ya que hasta donde ella tenía conocimiento los pájaros mensajeros estaban libres. Kakashi le explicó que los pájaros serían usados únicamente en asuntos de vida o muerte por lo menos estos dos meses. Además, tenía que ser Sakura porque el sector médico era el menos necesario estos días.

Sin muchas opciones que le permitieran negarse aceptó su misión. Esa misma tarde se puso en marcha a Sunagakure manteniendo su ritmo constante para no agotarse, el plan era llegar ahí en menos de dos días. Se movería toda la tarde y noche, se hospedaría en una posada al amanecer y finalmente llegaría a Suna por la noche del día siguiente para dormir en la aldea, esperar el documento y finalmente regresar en dos días. En total se tardaría 5 días y le sobrarían dos de la semana para acostarse en el suelo de su casa a descansar antes de ir con las chicas por los vestidos.

Saltó de rama en rama desde que salió de la aldea por lo que consideró necesario bajar para caminar. Quería evitar cansarse rápido. Caminó un poco más hasta que sus ojos dieron con la cueva destruida de donde rescataron a Gaara hace 4 años, ese lugar era importante para ella pues su pelea contra Sasori era considerada uno de sus mayores logros hasta ese momento. Siguió su camino, de todas maneras no encontraría nada allí que no fueran recuerdos, piedras y polvo. Caminó una media hora más hasta que observó como el sol se escondía pintando el cielo naranja.

Ubicó una pradera cercana a aquel lugar, le fue útil para sacar su mapa y encontrar una posada cercana que no la distrajera mucho de su ruta. Desplegó el papel bajo la sombra de un árbol sin tomarle mucha importancia al lugar donde estaba. Cuando encontró su punto en el mapa alzó la vista buscando el sendero hacia ella, en su lugar chocó contra el tronco del árbol. La madera se veía inusual, casi artificial. Además de que era verano, pero este árbol parecía estar en otoño, se acercó a él y determinó gracias a la estructura que era un cerezo. Al tocarlo pareciera que en lugar de un árbol era una escultura de madera tallada por manos humanas, no tenía sentido construir esto en medio de un bosque.

Con la curiosidad invadiéndola trepó hasta la parte más alta buscando algo, no sabía exactamente qué; sin embargo, sentía que debía hacer algo. Analizando las ramas altas encontró en una de las más gruesas una especie de sello de protección. Cerca de allí se encontraba la cueva y muy probablemente esto tenía que ver con ella. Quiso seguir investigando, pero ya era tarde y estaba retrasada. En un descuido su zapato ninja resbaló, para evitar caer tomo la rama donde estaba el sello. Concentró chakra en su brazo para poder colgarse mejor y trepar de nuevo, ya que la construcción era alta. Sin esperarlo el árbol se abrió por uno de sus lados, bajó inmediatamente a observar que diablos hizo, pero no se esperó para nada lo que se encontraba dentro.

Una cápsula llena de algún líquido, una gran luz azul y un cuerpo dentro en estado de coma -Sasori de la arena roja- susurró para si misma mientras observaba su descubrimiento.        

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Escrito: Septiembre 2019.
Edición de historia: 30 de noviembre del 2021.
Edición ortográfica y gramatical: 9 de mayo del 2022