Somos ángeles

12 0 0
                                    

- Hola, Wendy Oppenheim.

- Hola, Annie Johansson.

- ¿Cómo conoces mi nombre?

- Déjame pasar, tengo que hablarte de algo importante.

Annie invitó a Wendy a pasar a su casa, entró y se dejó caer en el sofá.

- Wendy, esto es extraño... Siento como si te conociera de toda la vida. Pero tú... Tú... Estás... ¿Muerta?

- En realidad, amiga Annie, sí y no.

- ¿Cómo...?

- Escucha atentamente lo que tengo que decirte, Annie. Según las páginas web que son conscientes del incidente entre el espectro y yo, morí. Pero como puedes observar, eso no es cierto, o al menos no del todo.

- ¿Cómo? ¿No del todo?

- Luego hablaremos de eso.

- Entonces... Ese ente que me persigue... ¿Es un espectro?

- Es sólo una hipótesis, pero creo que sí. Por lo que sé, ha estado atormentándote, ¿no es así?

- ¿Cómo sabes eso?

- Sé mucho más de lo que tú crees. Ahora responde y no evadas mis preguntas.

- Wow, está bien. Sí, no me deja tranquila. Cuando pensé que por fin se había ido, volvió. Estoy perdiendo la cabeza, Wendy.

- Vale, Annie. Voy a contarte de qué va todo esto, pero tienes que prometerme que jamás hablarás de ello con nadie.

- Te lo prometo.

- Bien, escúchame atentamente. En aquel incidente mi cuerpo murió, pero mi aura está viva, y situada justo enfrente tuyo. Sólo tú puedes verme, tanto a mí como a los otros.

- ¿Otros?

- Los otros, Annie, son las anteriores personas que se han encontrado con ella. Sólo tú, que estás viva del todo, puedes vernos, oírnos y sentirnos.

- ¿Cuántos más han pasado por esto?

- Seis personas, sin contarme a mí, dos de ellos niños. Y ninguno se encuentra vivo actualmente.

- ¿Se puede saber qué sois?

- No quieres saberlo.

- Si eso fuese cierto no hubiese preguntado, ¿no crees, Wendy?

- Somos ángeles, Annie.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 26, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No le mires a los ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora