LA MOMIA

Los Extranjeros

Puerto de Giza - El Cairo

-¿Realmente crees que se presentara?- pregunto Evan quien se encontraba esperando en el puerto al hombre que habían salvado de la prisión del Cairo.

-SI, sin duda conociendo mi suerte. Debe ser un vaquero, conozco a su clase y su palabra vale- Iba diciendo Jonathan con su hermano, cada uno llevando sus maletas, montarían un barco en el cual se supone aquel hombre los llevaría a Hamunaptra.

-Personalmente creo que es desaliñado, grosero y totalmente ignorante, la verdad no me simpatiza- exclamo Evan a su hermano, mientras se acercaban cada vez mas al barco

-¿Alguien que conozco?- pregunto alguien a sus espaldas, una voz muy conocida para ambos, giraron y detrás se encontraba el mismo hombre que vieron en prisión, Evan solo miraba de arriba hacia abajo, sabia que era la misma persona por que recordaba aquellos ojos que lo hipnotizaban, su cabello corto, bien afeitado, totalmente diferente al hombre que encontraron en la cárcel.

-Ah... oh... Hola- fue lo único que logro decir Evan,

-Hermosa mañana para empezar una aventura, no O'Conell- hablo Jonathan mientras le daba un golpe amistoso en el brazo al otro hombre

-Si... si hermoso- expreso el otro hombre mientras revisaba que llevara todas sus cosas con el

-Oh no, nunca le robaría a mi socio, socio- repitió nuevamente Jonathan mientras le sonreía a O'Conell y este le regresaba la misma sonrisa tensa

-Ah... y me pregunto si no me guarda rencor por el...- decía mientras hacia señas de como si le pegara

-No, no me pasa todo el tiempo-

-Señor O'Conell, podría verme a los ojos y garantizar, que no se trata de una tomadura de pelo?, por que de ser así le advierto que yo...-

-¿Usted me advierte?- pregunto sorprendido

-Déjeme decirle algo, mi maldita guarnición creía tanto en esto, que sin tener ordenes, marcho por todo libia y llego a Egipto para buscar la ciudad y al llegar ahí solo encontraron arena, y mucha sangre...- tras un breve lapso de silencio entre los tres O'Conell tomo las maletas de Evan y subió al barco, Evan nuevamente observaba hipnotizado por aquel hombre.

-Ah si... tienes razón, sucio, grosero, desaliñado, nada que nos guste de el...- menciono Jonathan con algo de sarcasmo recibiendo una mala mirada de su hermano

-Brillante y bella mañana- Salió de la nada el hombre con el que Evan había negociado en la cárcel por liberar a O'Conell

-Oh no... que hace usted aquí- exclamo Evan mientras entornaba los ojos

-Vine a proteger mis inversiones, muchísimas gracias- decía mientras subía al barco, Jonathan y Evan se miraron y suspiraron profundo

La noche llego y unas personas vestidas con túnicas negras iban en botes por las aguas, preparando dagas en sus manos y lentamente iban acercándose al barco donde iban Evan, Jonathan y Rick.

Dentro de este iba un grupo de hombres sentados en una mesa jugando al póker.

-Dejen de jugar con los lentes y corta la baraja Burns- hablo un hombre de aproximadamente 30 años cabello castaño y ojos color azul

-Sin ms lentes no puedo hacer nada Daniels- le respondió otro hombre de aparentemente la misma edad, cabello castaño rubio ojos color verde

-Oh O'Conell, siéntese necesitamos otro jugador- hablo el señor Henderson, un hombre mas joven que los otros dos de aparentemente 27 años cabello castaño, ojos color café claro y una cejas muy pobladas