Por siempre
Terry Graham Granchester
Las luces blancas del hospital de maternidad Rosh en la ciudad de Nueva York tenían a Terrence Graham en un estado de total alerta, que sentado en la sala de espera trataba de controlar sus nervios.
Con la cabeza sujeta con las manos, los codos sobre en sus rodillas a pesar del insistente movimiento de sus piernas, lo encontró su madre la señora y actriz retirada Eleonor Baker.
-Terry, hijo cálmate por favor- pedía la mujer angustiada ante el estado de alteración y ansiedad de su vástago.
-no puedo madre- contestó el joven castaño de aproximadamente veinticuatro años, alto y complexión atlética, ojos azules como los de su rubia madre- llevan más de dos horas y nadie sale a decirme nada, esto no va bien, lo sé- afirmó el joven.
-todo saldrá bien hijo, Candy es una mujer muy sana, fuerte y valiente, además no es el primer hijo que trae al mundo.
- ¡Dios madre!, ¿Dónde está Helen?, Me olvidé de Ella- se sobresaltó al recordar a su pequeña hija de dos años.
-tu ranita está con la señorita pony, recuerda que vino de visita, está con ella en tu casa, no te preocupes, dios la mando para estar en estos momentos o no podría estar aquí contigo- le decía la mujer mientras con sus palmas masajeaba la ancha espalda de Terry- todo saldrá bien hijo.
-es que faltaban dos meses, ¿Que pudo haber pasado?, Ayer estaba bien, hoy vino a trabajar temprano, era su última semana antes de salir de licencia por la maternidad, ¡Estaba perfecta! Y ahora esto, yo...no sé qué voy a hacer si les pasa algo madre- la voz de Terry sonaba llena de angustia y desesperación.
-voy a buscarte algo para tomar estás muy alterado- dijo la ex actriz al ver como su hijo movía con insistencia los pies y se jalaba el cabello- no me tardo.
La rubia mujer se levantó para ir a la cafetería por algo para su hijo, ella también estaba muy preocupada por su nuera porque si le pasaba algo a ella o a su nieto su hijo podría volverse loco.
Terry se quedó solo en la salita, cerró los ojos un momento dejando caer la cabeza sobre la pared, cruzó los brazos recordando el momento en que, decidido a recuperar a la mujer de su vida, se armó de valor, preparó su equipaje para emprender un VIAJE e ir en su búsqueda, sobre todo después de recibir una carta donde le informaban que la susodicha estaba muy enferma, no lo pensó dos veces y dejó todo para ir con ella.
-familiares de Candice Granchester- dijo una voz femenina.
-soy su esposo- dijo Terry levantándose intempestivamente- ¿Qué pasó?, ¿Puedo verla?, ¿Cómo está? - cuestionaba a la mujer que sorprendida de ver a Terry enmudeció por unos instantes.
Sin embargo, la joven recobró la compostura pues tenía cosas más importantes que decir antes de quedar desmayada ante la presencia del guapo y conocido actor.
-Señor Granchester, su esposa está bien, hubo una complicación y se le tendrá que hacer una cesárea para que ella y el bebé no sufran pero ella está bien, está consciente y de acuerdo, solo necesitamos que usted firme unas formas- dijo la joven enfermera rápidamente pues el castaño quedó pálido al escuchar la condición de su esposa- usted podrá pasar al quirófano, la señora dijo que usted insistiría y que era mejor dejarlo pasar, el doctor Frank su ginecólogo está de acuerdo y después de firmar usted vendrá conmigo a prepararse y poder estar con su esposa, ahora, ¿ha entendido usted lo que le dije señor Granchester?- inquirió la chica pues Terry había quedado mudo.
-yo...yo he entendido...mi esposa será operada, pero está bien, usted me dice que está bien ¿verdad? - preguntó titubeante.
-sí señor, ella está bien, está más preocupada por usted que por ella misma, así que, si me hace favor de firmar para poder prepararlo, ¿Está bien para usted? - la joven no dejaba de mirarlo, se había olvidado de los nervios ante su persona para atenderlo como un familiar más de otro paciente, pues al verlo tan consternado le dio mucha pena.
