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El sol brillante impaciente por esconderse detrás de los grandes montículos de arena, advertían que aun no era seguro salir, no mientras a corta distancia los disparos de las Litarinas aún seguían escuchándose. – Tengo miedo – escucho a uno de sus pequeños hermanos decir – ya pasará – aseguro su hermana a la vez que lo abrazaba con fuerza.

- ¿Quieren escuchar una historia? – propuso su madre al ver que sus hijos menores no eran llamados a la calma.

- Mamá, nos contara una historia – aseguro su única hija mientras tomaba en brazos al pequeño Isaías.

- Sí, mamá, cuéntanos una historia – proclamo Adolfo de tan solo 13 años de edad.

Cuando los territorios pertenecían a reyes y reinas, que gobernaban con virtud y paciencia desde la más pequeña roca hasta la más grande montaña, todo estaba en orden. No había hambruna, no había pena, salvo para la reina Escolbata que, al no poder tener un hijo, crio como suyo al bebe de uno de sus súbditos, su llamaría Anakin al igual que el rey, pero su presencia le incomodaba porque no era de él ni de ella. Más tarde nacería Laurika, hija heredera legitima al trono, con largo cabello rubio y grandes ojos azules lograba que cualquier hombre cayera a sus pies, cuando cumplió la mayoría de edad el príncipe del reino vecino puso sus ojos en ella; ambos reinos estaban felices de la unión entre los Sulkincan y los Naberrie, mas cuando los días de la boda se acercaban la princesa Sulkincan huyo. Los Naberrie ante semejante ofensa les declaro la guerra y la oscuridad nació. No había acuerdo que pudiera detener tal masacre, los Sulkincan lloraron la huida de su hija y los Nabarrie la muerte de su heredero en la guerra solo les quedaba la princesa Padme, quien ante el poco ejercito también tuvo que tomar una espada y salir de sus aposentos. Los Sulkincan mandaron a Anakin a luchar bajo el título de comandante y dicen que en las tierras desiertas y ensangrentadas ocurrió. La mirada de Anakin y Padme conectaron, su respiración se agito mientras una extraña fuerza los unían, se sentían más fuertes, sabios, soltaron sus armas. La fuerza que los unió fue capaz de terminar la guerra y de su amor nació Rey Sulkincan Nabarrie, cuyo nombre significa paz.

- Yo sentí esa fuerza cuando vi a Alanís – declaro Adolfo una vez su madre termino, provocando una risa en su hermana mayor, Rey, de tan solo 15 años - Tú ¿sentir esa fuerza? Sí, claro y yo mañana me caso – se burlo ella, pero su madre la detuvo – La historia es real, la fuerza es real, cuando sientas lo que Padme sintió por Anakin cuando lo vio sabrás que es amor verdadero y lo que une la fuerza jamás se podrá separar.


nota autora:  no quería llamar skywalker al otro grupo así que se llamó Sulkincan  

la unión de la fuerza  (Reylo)Where stories live. Discover now