CAPÍTULO 2: LA PRESENTACIÓN

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             La silla se movió como si tuviese ruedas, hasta la tarima del Kassabian Palace y como se lo temía, Nina estaba siendo aclamada por un gran número de personas, su llanto cesó, pasó saliva por su garganta y alguien le quitó la horrorosa capucha por fin, viéndose como a un objeto desde allí.

<< Debe ser una maldita broma, estoy un circo sexual >>

—Amina, más conocida y llamada por sus pares como Nina, es relacionadora pública y le encanta jugar Xbox, baila muy bien el Just Dance, ¿Hay alguien que se atreva a desafiar a la castaña de ojos iluminados? ¡Quién no! — La gente la ovacionó, silbó y gritó de algarabía, la voz la conocía, era la de la misma anfitriona. — Y lo mejor es que...

         La anfitriona fue interrumpida por la misma Nina y guardó el micrófono entre sus brazos atenta a sus palabras. Como si las esperara.

—Y lo mejor es que ya esto se termine y me vaya a mi casa, porque lo que hacen es una asquerosidad que no pasará desapercibida... los denunciaré a todos... ¿Me han entendido? — Nina había recuperado la cordura y esta vez se veía más decidida incluso que cuando se fue de California huyendo de la miseria.

           Al terminar de hablar, la mayoría del público enmudeció por unos segundos y estallaron en risas, todos excepto uno. La anfitriona suspiró como si estuviese dirigiéndose a una niña y le ofreció la mano.

          La mujer se puso el micrófono cerca de la boca y sonrió como una Reina a su pueblo de súbditos.

—Lo mejor es cuando toma las riendas de sus actos y se enfrenta a las adversidades... Amina no sabe sus límites, no los ha experimentado... necesita una buena dosis de domesticación — Nina había alcanzado su potencial enojo tocando el infierno al escuchar eso y se perturbó por recordar como iba vestida.

<< Touché >>

—Nina desde hoy es una candidata más... ¿quién dice que hoy no podemos tener por fin un espectáculo de calidad? — La reina había hablado y presentado a su nueva candidata. Nina terminó por entender lo que en verdad pasaba.

       La estaban poniendo a prueba para conseguir el puesto que pedía en su curriculum tontamente arreglado.

—Cito curricuum presentado por la candidata — La rubia indecorosa se aclaró la garganta y leyó el papel que sacó de entre sus pechos. Escondido en su bra.

<< Habilidades o talentos: danza artística, danza contemporánea, habilidades comunicativas y de animación. Sujeta a seguir aprendiendo y experimentando nuevas oportunidades de entrenamiento.>> Leyó.

       Amina se sentía en lo más profundo, cayendo sobre un poso de tortuosa vergüenza. Se enrojecieron sus mejillas, hasta su cuello y hervía su sangre por salir de allí corriendo.

—¡100 dólares por su vestido! — Gritó un sujeto desde la primera fila. Un estupendo acento inglés y la barba rojiza que brillaba con los focos.

La chica presentía que iba a empezar una subasta sobre sus dotes, y los que decía que estaba dispuesta a aprender en su curriculum. Se puso de pie con mucha rapidez, como si ahora su atuendo ya no le asustara.

—No estoy a la venta, me retiro de la candidatura o como le llamen, siento nauseas de estar aquí. — Dijo con un deje de tedioso odio a todos esos sujetos baboseándose una presentación en la primera fila.

—¡2000 Dólares para ver sus bragas! — Ofreció otro sujeto campirano de sobrero vaquero, que ya sacaba el dinero para menear los billetes verdes frente a la chica.

Bruja de FuegoWhere stories live. Discover now