Junio 21, 2014

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SÁBADO

Mamá ayer mencionó que me tenía una sorpresa, pero nunca me imaginé que la sorpresa es que llegaría más temprano a casa.

Me encontró en todo mi esplendor, sola en mi habitación con todos mis accesorios puestos, bailando al ritmo de mis canciones favoritas, y al verla... simplemente no pude leer su expresión.

Se quedó estupefacta, para que después las lágrimas empezaran a brotar por sus mejillas, tal y como me está ocurriendo a mí en este preciso instante.

De sus labios sólo salió un murmullo casi incomprensible en forma de pregunta:

— Pero... Vicente, ¿qué estás haciendo?

Juro que vi la decepción en su mirada, juro que logré escuchar como su corazón se quebrantaba y caía de su pecho en dirección al suelo; y lo único que pude hacer... fue agachar la mirada con los ojos llorosos, esperando que en cualquier momento se marchara.

Hoy es sábado, y mamá aún no está en casa.

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