Capítulo V: El Trabajo Y el Reposo

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LA RESISTENCIA Y LAS DIFICULTADES PARA LA CONSECUCIÓN DE LAS ACCIONES

Hasta fines del siglo XVIII, solamente se habían estudiado las imágenes de los sentimientos de esfuerzo y fatiga, esto ya lo hemos dicho. En la actualidad, la psicología los considera como hechos que en cierto modo no son diversos de los que constante y banalmente se ejecutan, y que consisten en abrir la boca, doblar la rodilla, etc. Sin embargo, se ha pretendido que el esfuerzo está íntimamente ligado a la idea de grandeza, y la fatiga a la de pequeñez. Esto no es cierto: el acto de escribir una palabra (lo que no amerita un gran problema) puede ser una manifestación tanto de esfuerzo como de fatiga.

Baldwin describe la conducta de un perro al que le ofrecía un pequeño trozo de azúcar pero que no ponía al alcance de su boca y, por lo tanto, no lograba atrapar desde luego.

El azúcar era levantada a diferentes alturas, cada una de ellas mayor, y el perro tenía que saltar cada vez más fuerte para tomarlo, lo que al fin conseguía. En seguida descansaba.

El animal terminaba fatigado. Tal ejemplo muestra que en el mismo acto hay esfuerzo y fatiga, correspondiendo el aumento de energía al primero, y la disminución brusca o anulación de la misma, a la segunda. Todo depende del grado de resistencia para la consecución del acto, que unas veces es difícil, y otras en extremo fácil.

La palabra "fuerza" en los tiempos actuales es peligrosa, porque parece que lleva implícito el concepto de poder y de tiranía, y así como en psicología hay quienes tienen miedo de ser metafísicos, y en política los que se amedrentan por calificárseles de reaccionarios, de igual modo no habléis de desplegamiento de fuerza, porque estáis perdido. ¿Decid si esto no es una ironía? Sherrington, en Oxford, en perros descerebrados, ha excitado las patas de éstos para obtener reflejos, dejando obrar solamente a la médula, y el resultado positivo lo ha obtenido pero siempre dentro de un límite.

LAS TENDENCIAS. SU CARGA

Volviendo a nuestra discusión, diremos que levantar un kilo no es un acto metafísico sino material, así como tampoco lo es pasear varios kilómetros. Todo depende del poder, de la velocidad y de la duración con que se haga el movimiento. Son propiedades del acto mismo. He ahí a un hombre que marcha y sigue marchando. Esto lo efectúa tres, cuatro, seis horas o más, recorriendo una distancia "h" que llega a tener un valor determinado para cada quien. Esto depende de su poder o de lo que llamaremos la cargade una tendencia, carga de nuestro organismo, que nos hace desiguales: unos muy ricos, otros pobres; unos con aptitud para atravesar largas distancias, otros para sólo alcanzar las cortas.

Las tendencias no son otra cosa sino la estratificación de deseos: unos, como el comer, el beber, la atracción sexual, más o menos violentos e imperiosos; otros, como la urbanidad, la honestidad, etc., con diversos grados.

Permítasenos ahora hacer una crítica de la experimentación. El hombre disminuido o abatido y que ha perdido el poder de hacer algún esfuerzo, no es un enfermo débil en el sentido estricto del vocablo, aunque parezca tal, pues si lo insultáis puede mataros.

El ergógrafo de Mosso anotará, en buena hora, al usarlo, cuántas veces un dedo levanta tres o cuatro kilos. Igualmente, un dinamómetro podrá acusar la fuerza de la mano, pero no dirá nada acerca de la fuerza de una tendencia.

Los reflejos rotulianos, cómicos en cierto aspecto y cuando las piernas se dirigen al frente, son la exageración de un acto, pero nada pueden decir de las descargas explosivas de un epiléptico, cuya fuerza se halla al estado latente bajo la forma de tendencias y puede transformarse en fuerza viva en cualquier momento.

EL CONFLICTO DE LAS TENDENCIAS

El principio del esfuerzo es el principio de una colaboración, desarrollándose la personalidad al mismo tiempo que la sociedad. Se trata, en suma, de una concurrencia en que hay conflictos de tendencias individuales entre sí y colectivas, y de las cuales alguna tiene que obtener la victoria. Esto se ve desde la animalidad, cuando se disputa un botín.

|Psicología De Los Sentimientos| Pierre JanetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora