《33》

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POV Mónica

– Aquí tienes Mateo , deberías comer algo.
Se levantó y vi en su mano la pulsera que le había regalado. El hilo rojo.

Me quedé mirándolo, ¿por qué la tenía? , el se dió cuenta de mi reacción y llevó su vista a su mano.

– ¿ Por qué la tienes puesta ?– dije y le puse sobre la cama lo que le había preparado .

– Nunca la perdí, me la puse cuando vine a este lugar– me dijo y empezó a desayunar .

Salí del cuarto y fui a la cocina , que Mateo aún tuviera la pulsera me confundía.

– Estás bien– dijo cerca de mi.

– Mateo porque cuando fui a tu casa, cuando llegue de España no la tenías.

– Por que estaba enojado con el mundo . Sabía que te iba a perder .

– Por qué la llevas Mateo –dije y lo miré enojada.

– Mocosa, no puedo ni quiero sacarte de mi cabeza, quiero que regreses a mi – Mateo se acercó a mi y yo me alejé.

– Soy feliz Mateo, hace ya un tiempo me recordaron que era ser feliz y no tenía nada que ver contigo, tuviste la oportunidad de tenerme y la cagaste, me echaste a un lado, me dañaste, elegiste tu imperio sobre mi, no puedo , ni tampoco quiero regresar a ti.

Mateo se alejó de mi , se sentó en el mueble de la sala y me dijo – Tienes razón mocosa, se que te lastimé, pero a mi lado fuiste feliz , te hice feliz , te enseñe a mi verdadero yo a pesar de las mentiras –No lo deje continuar y hablé

– ¿Tu verdadero tú ?– no me manipules más Mateo , el verdadero Mateo vive escondido a las sombras , vive lleno de demonios, vive con tanto temor a fracasar que elige lo que tienen por encima de lo que quiere .

Mateo me miraba sin ninguna expresión en su rostro.

– No sabes lo que sufro cuando te pienso y te veo con el.

– Acaso no sufrí yo cuando te vi hacerle el amor Amanda, acaso no sufrí cuando me dijiste que me usaste y que no significaba nada para ti , sufrí cuando no vi en tu mano el hilo rojo que supuestamente nos unía, sufrí por ti Mateo , pero ya no.

Me di la vuelta y salí de la cabaña, seguí el sendero de piedras que había a un lado de la casa y llegué al muelle , me senté y respiré .

Ya había pasado mucho tiempo desde que había salido de la cabaña , así que regresé.

La casa estaba con las luces apagadas, entré , prendí las luces y no vi a Mateo por ningún lado .

Fui al cuarto y encontré un libro y una nota.

《 Leelo cuando estés lista, me voy  Mónica, gracias por enseñarme amar》

Me senté sobre la cama y abrí el libro, estaba no sólo la pulsera de Mateo sino también la mía , las dos, entrelazada en una sola.

Empecé a pasar las páginas del libro y algo que me llamó la atención fue su título.

" Ella, mi hilo rojo"

Cerré el libro de un golpe , no quería leerlo y empezar a sentir dolor en mi corazón por él.

– Mateo, ¿estás aquí ?– salí a buscarlo por la casa y sus alrededores .

– Mateo – Ya había revisado todo el lugar y ni rastros de él.

Regresé al cuarto y abrí el libro, una nota cayó de él y la leí.

Ámame (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora