Estando ya en la oficina de Gaara, Uchiha Sasuke expreso:
- " Es obvio que esa urna tiene algo muy importante como para que hayan exterminado un pueblo entero."
- "Así es, tenemos que averiguar lo que hay en su interior. Sasuke debes de tener más tacto a la hora de dar ese tipo de noticias." Le recriminó Gaara
- "Esperemos a ver qué información tienen recopilada de Hoshizora y claro, la próxima vez tendré más tacto."
Gaara lo observó y se limitó a poner los codos sobre la mesa y cruzar los dedos. Pensaba en todo el sufrimiento que Itzamara había vivido en los últimos días.
Kankuro entro con una caja con documentos dentro, los 3 se pusieron a leer. Había poca información pero muy efectiva, el reino de Hoshizora se encontraba escondido en el bosque entre las naciones de Suna e Iwagakure. El rey se llamaba Atsushi y la reina Chiasa, tenían una única hija la princesa Itzamara de 17 años, era un pequeño reino de solo 350 habitantes, pero muy rico en oro y diamantes, el acuerdo de protección con Suna databa desde el segundo Kazekage, a cambio de protección le daba a la arena un buen pago monetario, era un reino neutral pero por su ubicación se encontraba en riesgo, para entrar se debía pedir un permiso con meses de antelación ya que era muy hermético. Era rico en fora y fauna, tenía una cascada natural con aguas termales y en invierno nevaba.
Cuando Gaara tomo el puesto de Kazekage leyó informes acerca de Hoshizora y cuando fue la cuarta guerra Shinobi mandó a escuadrones ANBU a cuidar el reino, nunca había estado ahí pero recordó al rey en la recepción de su toma de Kazekage, solo cruzaron unas palabras y el acuerdo quedó como siempre.
Sasuke le dijo a Gaara iba a llevar al líder de los maleantes a Konoha dónde iba a ser interrogado por Ibiki y salió del despacho, Kankuro por su parte anuncio que iba a cenar y Gaara se quedó solo, tomo uno de los sobres y ahí estaba una foto de la princesa Itzamara. La miró detenidamente: cabello negro y largo, tez blanca, ojos color violeta, boca color carmesí, manos delicadas y nariz pequeña. Esa imagen nada se parecía a la muchacha que estaba en el hospital, pensó en quién puedo haberle hecho tanto daño si con solo mírarla se veía tan frágil y delicada.
Dejo la foto en el folder y salió a cenar.
En el hospital una noqueada Itzamara despertaba de su profundo sueño solo para aterrizar en una realidad nada alentadora, tenía el cuerpo maltrecho, le dolía la cabeza al punto de tener miedo de sufrir un aneurisma cerebral, no tenía reino, ni padres, ni novio que la protegieran, se sentía tan miserable y pequeña que no le quedó más que llorar como una niña hasta que nuevamente se quedó dormida.
A la mañana se dió a conocer a las demás naciones que el Reino de Hoshizora había Sido destruido y todo su pueblo sacrificado, dejaron oculto que la princesa había sido la única sobreviviente por su propia seguridad, solo Suna y Konoha sabían la verdad. Un representante del Kazekage iba diario al hospital a visitar a la princesa pero está no tenía humor de visitas y siempre daba la misma respuesta.
Como su reino había quedado en las ruinas Suna le ofreció asilo político, se le instaló en un piso de la mansión Kage, justo abajo del elegante piso del donde el Kazekage vivía con su hermano Kankuro, al ser la mansión tan grande no iba a ver problema alguno ya que poco iban a coincidir, se le asignó un guardaespaldas y una mucama, Itzamara acepto con diplomacia las atenciones pero no con ánimo.
A solo un mes de los acontecimientos la princesa apenas salía de su casa. Sasuke le mando un informe a Gaara donde explicaba que el líder de los maleantes confesó que Urashiki les había ordenado robar la urna porque está contenía un pergamino con jutsus prohibidos y que se le había sido confinado a Hoshizora porque nadie sospecharía que un pueblo pequeño e insignificante tuviera tal poder en sus manos pero resultó ser una urna falsa ya que Torine mucho tiempo atrás había recogido la urna verdadera sin que el nadie se enterase, Urashiki al darse cuenta del engaño en venganza decidió exterminar al Reino de Itzamara dando a todos por muertos.
