Para llegar más rápido a su destino Gaara hizo una nube de arena y en poco tiempo llegaron a un pequeño chalet
Descendieron y un anciano salió a recibirlos.
-"Gaara-chan?" Se preguntó el anciano tratando de enfocar al chico.
"Gaara-chan!!! Si, es Gaara-chan." Exclamó alegremente mientras se acercaba a toda velocidad hacia el kazekage.La mujer del anciano salió al escuchar gritar a su esposo.
-"Qué es ese escándalo?" Pregunto mientras salía.
-"Ooh que bonita sorpresa!!! Es Gaara-chan!!" Decía mientras se acercaba.-"Hola" respondió Gaara
-"Cómo han estado?"-"Bien" contesto la abuela
-"Ya sabes con achaques de la edad, pero en teoría estamos bien."-"Me alegro. Ella es Itzamara y necesitamos un lugar dónde quedarnos, casi no me queda chakra para llegar a konoha." Mintió el kazekage.
-"Claro, tenemos el lugar perfecto." Dijo la anciana.
-"Tuviste una pelea?" Preguntó la anciana un tanto preocupada.
-"No, sólo que he usado mucho chakra, venimos de muy lejos."
-"Ya veo. Qué bonita muchacha viene contigo."
Gaara sonrió, le gustaba su mujer fuera admirada.
-"Gaara-chan quieren comer algo?" Pregunto la abuela.
-"Si, por favor. No hemos comido nada desde anoche."
Mientras el kazekage y la abuela hablaban el anciano le mostraba a la princesa unas hermosas flores.
La anciana entró a la casa para preparar una merienda al poco rato ya estaba llamando a comer.
Gaara, la princesa y el anciano entraron a la casa y se sentaron a comer.
La comida era la favorita de Gaara, lengua salada y mollejas, era obvio que la anciana conocía los gustos del kazekage.
La comida fue muy amena, los ancianos eran muy amables.
-"Cómo fue que conocieron a Gaara-chan?" Pregunto la princesa mientras le lanzaba una mirada un tanto burlona a su prometido.
El anciano contesto.
-"Una vez mi carroza se me cayó encima, no había nadie a mi alrededor que me pudiera ayudar, llevaba varias horas así y creí que no iba a salir con vida cuándo de la nada salió un joven con su arena levanto la carreta y me ayudó a salir de ahí. Revisó mis heridas y me trajo a casa."
-"Gracias a Gaara-chan mi marido sigue con vida. Le debemos mucho ya que no solo lo ayudó a salir sino que también nos arreglo la casa y nos manda provisiones, cuando fue la última guerra shinobi nos resguardo junto con la gente de su aldea. Y apesar de que sabemos que tiene problemas económicos insiste en ayudarnos con un poco de dinero."
-"Problemas económicos?" Pregunto la princesa.
Gaara rápidamente cambió el rumbo de la conversación.
-"La cascada sigue siendo tan hermosa como siempre?."
-"Oh si! De noche las luciérnagas salen y dan un espectáculo de lo más hermoso." Respondió el anciano.
-"Deberías de llevar a Itzamara-chan a que conozca los alrededores."
-"Si, después de comer iremos a dar un paseo." Contesto Gaara.
Cuando la comida termino el kazekage ayudó al anciano a reparar los pequeños desperfectos que había en la casa, también cortaron un poco de leña, mientras Itzamara ayudaba a la abuela dentro de la casa.
En la tarde noche Gaara llevó a la princesa a la casada que había detrás de la casa de los ancianos y en efecto era un bello paisaje, la princesa quedó fascinada.
Después de su paseo la joven pareja regreso a la casa e Itzamara en específico quedó muy conmovida con la forma en la que el anciano trataba a su esposa y como ella lo cuidaba y procuraba.
-"Necesitamos un lugar donde dormir." Dijo Gaara.
-"Claro." Musitó la anciana
La pareja siguió a los ancianos hacía atrás de la casa, a unos metros se encontraba otro chalet.
-"Ahí hay todo lo necesario para pasar la noche y no serán molestados."
-"Gracias." Dijo Gaara
La pareja de ancianos se alejo mientras ellos entraban y se quitaban los zapatos.
La princesa con la mirada recorrió el lugar, el chalet era pequeño, diseñado para una pareja casada sin hijos o una sola persona pues el lugar sólo contaba con un dormitorio, un cuarto de baño, una pequeña cocina y sala de estar. En definitiva le gustó mucho.
-"Cuándo seamos viejos vamos a ser igual que ellos." Comentó la princesa.
-"Si, no aspiró más en la vida que envejecer contigo y llevar una vida tranquila cómo la de los abuelos."
-"Deberíamos de quedarnos aquí Gaara y envejecer."
-"Te prometo que en cuanto aparezca un sucesor digno para ocupar el puesto de kazekage yo me retiraré y vendremos a vivir aquí. En definitiva son estás pequeñas cosas de la vida por las cuales vale la pena vivir.
La princesa sonrió.
-"Alguien que sea más poderoso que Sabaku no Gaara? Ya habrán pasado más de diez años para cuando eso pase." Respondió la princesa.
-"Lo siento pero las cosas por ahora deben de ser así."
-"No te preocupes, yo entiendo, sé perfectamente que tú no dejarías tirada a la aldea escondida entre la arena y eso es una de las cosas por la cual me enamore de tí. La dedicación y empeño que le pones a todo lo que haces, además eres listo, fuerte y muy bondadoso. Lo que no entiendo es porque no me has besado."
Gaara como respuesta la tomo en brazos y la llevó hasta la cama para situarse arriba de ella y lentamente comenzar a desabrochar los botones de la blusa dejando al descubierto la ropa interior de la princesa. El pelirojo miró embelesado los pechos de su chica, con un movimiento rápido él mismo se despojó de su chaqueta y camisa de red, dejando su torso desnudo. Con suma delicadeza también desabrochó la falda que bajo junto con las medias de red. Ahora la princesa estaba desnuda, solo con la ropa interior puesta.
Eso enloqueció a Gaara, tomo el seno derecho de la princesa por encima de la ropa y comenzó a jugar con el pezón, eso enloqueció a la chica.
Ella podía sentir que en su cara crecía el color rojo con lo que él le estaba haciendo, pero eso se sentía demasiado maravilloso como para detenerlo. Sus labios se fundaron en un beso húmedo y apasionado.
Gaara seguía con su pulgar cepillando el pecho de ella y parecía que eso la conducía aun estado de locura. Pero cuando él apretó y lo arroyó entre sus dedos Itzamara sintio una sacudida eléctrica que se trasladaba por toda su espalda; ella gimió y movió instintivamente sus caderas contra las de él. La princesa sentía una protuberancia en la parte inferior del abdomen, que incluso en su inocencia supo que era una evidencia de su deseo hacia ella.
Mientras Gaara la hacía enloquecer de placer ella acariciaba la espalda de él.
-"Gaara." Jadeó la princesa, al ex jinchuriki le encantaba la forma en la que Itzamara pronunciaba su nombre.
