-"Tú estás ardiendo..." Susurró la princesa entre besos.
Él ardía, su cuerpo quemaba con su deseo hacia ella, Gaara tenía que recordarse hacer todo muy lento y suave.
El pelirrojo se movió para desatar el brasier que ella llevaba, pero antes de abrirlo él la miró pidiendo su permiso. La princesa estuvo inquieta y tuvo un poco de miedo, pero su temor no la hizo ser tímida y decidida llevó sus manos alrededor de su cuello y tiró de él acercando sus labios a los oídos del kazekage.
-"Puedes seguir." Le susurró con la cara roja.
Con el permiso otorgado Gaara giró su cabeza hacía a ella y la besó tiernamente mientras desabrochaba el brasier de su cuerpo con mucho cuidado y lo más suave posible disfrutando del momento. De repente él paró su acto y se quedó observándola, ella quiso inmediatamente cubrirse, estaba avergonzada. Pero cuando vio la mirada llena de admiración y asombro en eso ojos turquesa, resistió el impulso.
-"Eres tan hermosa." Le dijo antes de besar su cuello y moverse lentamente hacía sus pechos. Itzamara cerró los ojos y enterró las manos en la pelirroja cabellera dejando que la sensación la tomará.
Los labios de Gaara se desplazaban en un sendero caliente en dirección a sus pechos, cada vez más se acercaba a ellos. Cuando ella se dio cuenta de lo que él iba a hacer, se asustó.
-"Gaara, no creo que..." fue todo lo alcanzó a decir antes de que esté capturara uno de sus senos con su boca y comenzara a succionar suavemente. La princesa jadeaba retorciendose debajo de él llevada a un estado de embriaguez mientras su seno era lamido por esa lengua voraz y al mismo tiempo el otro pecho apretado por una mano del kazekage.
Con la mano que le quedaba libre el kazekage comenzó a acariciar la suave piel de los muslos de itzamara, ella sintió como aquella mano iba vagando y se dirigía hacía su interior.
Itzamara inmediatamente juntó sus piernas avergonzada de ser tocada de esa forma, pero el pelirojo atrajo su rostro de nuevo hacía ella.
-"Itzamara, por favor...no las juntes." Le rogó suavemente en su oído.
-"... Gaara yo estoy... Estoy asustada." confesó. Él la miró de nuevo y acarició su mejilla con la mano que no estaba entre sus piernas.
-"Yo sé, no te preocupes, voy a ir poco a poco. Yo cuidaré de ti, no será tan malo." Él prometió.
Itzamara asintió y lentamente relajó sus piernas. Gaara besó sus labios profundamente mientras su mano la exploró. Él tembló cuando sintió la humedad en su mano, uno de sus dedos se sumergió lentamente en ella mientras empujó su lengua en la boca de la princesa, ella tembló en respuesta y movió suavemente sus caderas contra la mano. Se trataba de una sensación extraña y maravillosa, de alguna manera emocionante y de miedo y exactamente lo que su cuerpo añoraba, todo al mismo tiempo.
Gaara movió sus labios hacia a los pechos de la chica mientras añadía un segundo y tercer dedo de su mano en ella. Itzamara movió su cabeza inquietamente sobre la almohada, jadeando con el deseo. Ella envolvió sus brazos alrededor de él, tocando ligeramente aquella espalda masculina dónde ligeramente clavó las uñas, él se sacudió y gimió profundo.
Ella estaba tratando de contener el placer, aunque no lo sabía, pero cuando él hundió un poco más sus dedos en ella y succionó sus pechos al mismo tiempo, la princesa ya no pensaba más.
Itzamara podría sentir la presión que crecía más y más en su parte inferior del abdomen, su respiración era difícil y cerró sus ojos firmemente contra aquella sensación. El pulgar de él encontró un pequeño botón de carne y cuando lo acarició y le ejerció presión, la princesa arqueó su cuerpo, en un intento de no perder el control de sí misma.
