Parte 3.

12 3 2
                                        

Jenni cogió la mano de Aria, como símbolo de apoyo. La doctora de cabello blanco, siendo la edad causante de este color, de rostro pálido y arrugado con ojos verdes esmeralda, comenzó a hablar, con tono amable.

-Bien, Aria. Pues yo soy la Doctora Novoa y soy tu Psiquiatra asignada. Aunque creo que ya lo sabías.

-Sí, lo sabía. Lo que no sé es qué coño pinta usted aquí. Tampoco sé qué hago yo aquí. Por favor, ¿me desata ya y me voy a mi casa?-dijo la joven, con un tono insípido sobre el que, difícilmente se podía detectar la intención.

-Si me dejas puedo ayudarte.

Atrevidamente, Novoa miró a Jenni, con intención de que ésta actuase o articulase palabra de apoyo ante la impaciencia de la chiquilla. Su cara adulta, era más angustiosa ahora que fruncía el ceño y mordía su labio inferior.

-Esto... A ver, cariño. Puedo asegurarte que la doctora puede ayudarte, y que tú necesitas esta ayuda que ella tanto puede ofrecerte.

Dicho esto, Aria se tranquilizó bastante y la Doctora Novoa sonrió apaciblemente.

-Está bien, está bien. Solamente pido que esto vaya rápido, no me encuentro bien.-asintió Aria.

-¿Qué te pasa?-musitó preocupada Jenni.

-Oh, nada, solo estoy cansada, solo eso.

-Bien, iremos rápido. Solo quiero hacerte varias preguntas. La primera y más importante es: ¿te acuerdas de lo que ha pasado?

-Yo solo sé que me he encontrado al despertar en la habitación y mi madre me estaba sujetando la mano. Solo eso. Pero, le repito que no sé por qué estoy aquí.

-Tutéame.

-Vale.

-El día 15 de junio de este mismo año...

-2014-interrumpió Aria.

-Cierto. El 15 de junio de 2014 trataste de suicidarte. ¿Recuerdas cómo sucedió?

-La gente que me rodeaba gritaba mucho, pero... no recuerdo nada-dijo, con un tono entre dolor y tristeza, mientras se llevaba la mano derecha a la cabeza.

-Bien.

La Doctora abrió su libreta y empezó a anotar palabras sueltas a partir de este punto.

-Entonces, dices que no recuerdas nada. Hemos encontrado en tu mesita de noche un diario tuyo. Para que refresques y veas todo lo que has dicho, te lo dejaré aquí.-seguidamente posicionó en la mesa de la habitación un cuaderno de tapas oscuras y desgastadas, con algún que otro corazón labrado por encima.

-Cuando acabe las preg... Cuando acabes las preguntas lo leeré todo.

-De momento, esta será la última pregunta que te haga. Más bien será un reto-la doctora, con aire vacilón, colocó sus gafas en la punta de su nariz; arqueando la ceja izquierda y frunciendo una media sonrisa-. Quiero que me escribas en una hoja 20 virtudes y 10 defectos tuyos.

-¿Para qué?

-Hazlo. Luego me paso a verte, princesa. Bueno, Jenn, yo me marcho-se acercó a la puerta, dándole antes dos suaves y sonoros besos a la joven auxiliar.-¡Ay! Casi me olvido.

Enseguida se acercó a la camilla de nuevo, desató a Aria y la besó en la cabeza.

-Ahora sí, ¡hasta luego! ¡No te olvides de hacer los deberes!

Ambas dos rieron, y Jenni las acompañó con su risa, propia de un ángel.

Caerás, caeremos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora