-¿Qué son todos estos cables? ¿Dónde estoy? ¿Qué está pasando? ¿Qué coño está pasando? ¡Que alguien me saque de aquí, joder! ¡Desatadme, cabrones!
-Aria, Aria, cariño, tranquilizate, mamá está aquí, ya está, shh... Tranquila mi amor.
Mientras canturreaba una canción y le tocaba el castaño cabello a su hija, Celine tocó el botón de alarma que se encontraba en la pared izquierda de la habitación 582, en la planta de Psiquiatría.
-Mamá, ¿qué es todo esto? Dime, ¿qué está pasando?-dijo, mientras lloriqueaba, presa del pánico.
Seguidamente, se oyó el crujir de la puerta azul que comunicaba la amplia habitación del angosto y triste pasillo. Una enfermera de cabello rubio por las caderas, liso con pequeños tirabuzones y mechas oscuras-que, en mi opinión, le quedaban estupendas-se aventuró a asomar su cabeza por la puerta de entrada.
-¿Desea algo, señora?-pronunció, con una voz sobre la cuál se podía masticar la dulzura.
-No, no, solamente es para avisar de que Aria ha despertado y al principio se ha puesto muy nerviosa y, pf, bueno, tenía miedo de que pudiera dañar sus muñecas o tobillos con las ataduras.
Acto seguido invitó majestuosamente a Celine a salir de la habitación.
-Su médica asignada que en este caso es... Ew, espere... Mmm, sí... Doctora Gut... No.-revisaba sus papeles en busca de la ficha de Aria-Aquí está. La Doctora Novoa es su Psiquiatra asignada.
-¿¡PSIQUIATRA!?-griró muy alterada, aunque pronto recuperó la calma. Respiró fuerte tres veces y dijo, ya más tranquila-No estoy loca, enfermera, yo no estoy loca, ni siquiera sé lo que hago aquí, atada a la cama, no sé qué pinto aquí. De verdad, lo suplico, sáquenme de aquí. Por favor...
-Tranquila, Aria, si te dejas todo saldrá bien. Confía en mí.
Enseguida, la enfermera besó su frente. Su madre salió de la habitación, tal como pidieron. Pronto llegó la Doctora Novoa y la enfermera se acercó a la puerta.
-No, por favor. Por favor que se quede ella.
-¿Quién?
-Ella, que no se vaya, la enfermera, que se quede. ¿Es posible?
-Ew, bueno... ¿Jenni?
-Oh, sí, por supuesto.-asintió aún sorprendida. Tomó una silla y la puso al lado de la camilla donde yacía Aria.
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Caerás, caeremos.
Mistério / SuspenseMe llamo Rocío, Rocío Salvador. Tengo 14 años. Vivo en Torrevieja, cuidad alicantina (España). No he pasado la mejor infancia del mundo, como se puede decir. Me refuguié en los libros desde que tengo uso de razón. Hace como 4, 5 años que adoro escri...