Your mess is mine ¦¦ L. S

Capítulo 15: Bebé, por favor no me dejes.

Harry ya había roto con alguien antes, pero nunca lo había tomado tan duro.

Por lo general, llora un poco, mantiene a su hermana despierta demasiado tarde por teléfono, y luego Liam y Niall lo sacan a tomar una copa y pronto vuelve a su antiguo yo. Esto, por supuesto, es diferente. Nadie ha significado lo que Louis significa para él, y nunca se ha culpado tanto a sí mismo. Fue completamente culpa suya: Louis lo dejó y él solo tiene la culpa.

En lugar de quedarse en su habitación de hotel solitario en Londres, o de emborrachándose, Harry prácticamente huye a la casa de su madre y se acuesta en la cama durante dos días enteros llorando.

Anne está enojada con él, Harry lo sabe. Al principio estaba enojada con Louis como lo estaría cualquier madre, enojada porque su hijo llegó corriendo a casa con el corazón roto. Fue solo después de una copa de vino y Harry explicando exactamente cómo sucedió esto que Anne se puso furiosa.

No están hablando ahora, no después de la gran pelea que tuvieron sobre la estupidez de Harry y sus prioridades en la vida. Anne, con razón, señaló que Harry había puesto su gestión y su imagen sobre Louis, algo que siempre había jurado que nunca haría. Traicionó la confianza de Louis, hizo que Louis se sintiera inseguro con Noah, y nunca lo defendió.

Sin embargo, no se sintió bien que su madre lo dejara desnudo de esa manera, así que Harry hizo lo que cualquier persona respetable haría y se encerró en su habitación de la infancia para llorar.

Al tercer día, Harry baja las escaleras lo más despacio que puede, sintiendo una resaca masiva por haber bebido mucho la noche anterior. No es saludable, prácticamente todos le han dicho, pero Harry lo ve como el menor de los dos males. Beber hasta quedarse dormido no es nada comparado con lo que podría estar haciendo.

Hay ruidos provenientes de la cocina y Harry los sigue, entrando para encontrar a Anne preparándose una taza de té. Ella mira a Harry y suspira.

"Te ves miserable", dice ella.

Harry asiente y se sienta en la isla de la cocina. Apoya los codos sobre la encimera y baja la cabeza, pasando los dedos por su cabello desordenado. "Me siento asi" murmura.

Anne tararea pero no dice nada más. Unos minutos más tarde, ella empuja una taza sobre el mostrador y extiende la mano para revolver suavemente su cabello. Parece mucho menos enojada ahora que ayer, pero lo más probable es que todavía esté enojada.

"Necesitas ir a casa", dice ella.

Harry niega con la cabeza. "No tengo una". De hecho, cuando llamó a Liam anoche, borracho, esa fue una de sus principales quejas.

"Tienes que ir a Louis", intenta de nuevo. "Necesitas disculparte con él antes de que sea demasiado tarde".

"Ya es demasiado tarde".

Anne suspira y se sienta frente a él. Extiende la mano sobre el mostrador y coloca su mano en la curva del codo de Harry, tirando suavemente hasta que finalmente retira las manos de su rostro. Sus ojos se encuentran y Harry odia lo decepcionada que se ve. Ha pasado un tiempo desde que vio esa mirada.

"No está acostumbrado a esto, Harry", susurra, como si él no lo supiera. “Esto nunca es algo que él quisiera para sí mismo o para Noah. Pero él te quiere, amor, y no debería ser tan difícil resolver eso. Sé que puedes."

Harry niega con la cabeza. “Ya no me quiere. Sé que no lo hace."

Anne toma un sorbo de su té y lo mira pensativamente. "¿Has intentado llamar?", Pregunta ella.

"Mil veces", susurra Harry, haciendo una mueca al recordar todos los correos de voz borrachos que le dejó a Louis desde que hablaron por última vez. "Los extraño mucho. El cumpleaños de Noah es el sábado, le prometí que estaría allí. No quiero romper mi promesa con él, nunca lo haría ".