Epílogo

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Kongpob POV

Observaba la puesta de sol sobre el océano resplandeciente. Los cálidos rayos brillaban sobre el agua como si el cielo mismo se reflejara en toda su serenidad. Una brisa repentina y fría nos envolvió enviando un recordatorio rápido de que el último día de nuestras vacaciones estaba a punto de terminar. El temblor receptivo que corría por mi espalda se disipó rápidamente cuando unos fuertes brazos rodearon mi cintura apretandose de inmediato, transfiriendo el calor de su cuerpo al mío cuando presionó su pecho más cerca de mi espalda.

—¿Frío?

—Hmmm, solo un poco.

Lamente instantáneamente mi respuesta cuando sentí que Arthit se alejaba de mí mientras se quitaba la chaqueta y tiernamente la colocaba sobre mis hombros. Dejando caer múltiples picotazos en la parte posterior de mi cuello en el proceso. Tan entrañable como fue su primera reacción de darme su chaqueta, preferia la calidez de sus brazos. Honestamente, no podía pensar en nada mejor que la firmeza de su cuerpo abrazándome.

Y afortunadamente pude dar la vuelta y finalmente decirle exactamente lo que estaba pensando. Finalmente, ya no era necesario que ocultara mis sentimientos. No era necesario ponerme una máscara que ocultara meticulosamente todas y cada una de mis emociones. Finalmente, después de todos estos años podía expresarme. Ser yo mismo.

Para ser sincero, me había llevado mucho más tiempo del que me gustaría admitir realmente confiar en el repentino arrebato de amor de Arthit. Incluso cuando se me confesó, y le confesó al mundo entero sus sentimientos, no estaba seguro de si podía arriesgarme a que su corazón se moviera como siempre lo hacía. Mantener la guardia alta, construir gruesos muros impenetrables alrededor de mi corazón se había convertido en un hábito y dejarlo vulnerable a los caprichos de Arthit no era exactamente fácil. Sin embargo, día tras día Arthit comenzó todas las mañanas profesando su amor y terminó cada noche mostrándome exactamente la manifestación física de esas emociones. Amando, acariciando, y adorando mi cuerpo una y otra vez hasta que se las arregló para aplastar hasta la última de mis inseguridades. 

Hasta el punto de que probablemente al fin estaba perdiendo mi cobardía y estaba listo para terminar con el constante juego del gato y el ratón, que hemos jugando durante los últimos años con los medios de comunicación, con sus hordas de fanáticos, y lo más importante entre nosotros. Tal vez incluso pueda estar listo para apretar su mano con fuerza dentro de la mía y gritar desde los tejados que Arthit estaba oficialmente fuera del mercado. Que finalmente lo reclamaba como solo mío.

Respire hondo, y traté de calmar mi corazón errático mientras me giraba para finalmente profesar las mismas palabras que le había dicho desastrosamente hace tantos años atrás. Ahora de espaldas al sol moribundo, me preparé para decir las tres palabras que han estado enterradas en mi corazón desde mi, bastante vergonzosa, confesión.

Pero, en cambio, mi voz se quedó atrapada en mi garganta al instante cuando lo vi sobre una rodilla, con ambas manos sosteniendo una pequeña caja de terciopelo extendida frente a él y una sonrisa ridículamente enorme plasmada en su rostro.

—Kong, ¿quieres casarte conmigo?

El latido de mi corazón que estaba tratando de mantener bajo control se había vuelto repentinamente violento mientras miraba directamente a esos fascinantes ojos marrones. Mi boca se secó mientras entendía su posición, la luz brillante en sus ojos que derramaba todos sus sentimientos me miraba con una emoción incontrolada. Cada célula de mi cuerpo moría por gritar un entusiasta "Sí" cuando finalmente miré al chico arrodillado frente a mí.

Sacudí la cabeza con exasperación, mi euforia se estaba disipando rápidamente mientras rodaba los ojos una vez más ante sus extrañas travesuras.

Luces! Camara! ... Amor! // Lights! Camera! ... Love! [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora