Paso otro año, más de un década, es verdad un día sane, como todos prometieron, mis lágrimas disminuyeron, volví a sonreír de nuevo y di gracias por cada minuto. Pero hay algo que tú no notas, esa felicidad nunca está completa, siempre habrá un poco de tristeza allí, siempre estará esa pregunta y creo que así será siempre y creo que eso está bien para mi, ya lo acepté. Al verte estoy tan agradecida por cada Segundo pero aún daría todo por cambiar todo o empezar de nuevo. Si, no lloro días y noches enteros como antes pero aveces, solo ciertas noches, vuelvo a llorar. Ese miedo que siempre está allí, ese mismo que me dice que me rinda, esos pensamientos, que son a los monstruos quemas temo, esos pensamientos qué me dicen qué termine con todo porque nada cambiará. Me aterra que llegue la noche porque son cuando el monstruo se presenta y no me suelta.
