—Señores y señoras, el ganador de esta batalla de inteligencia es el número 7. ¡Aplausos por favor! #7 pasa por aquí, te entregaremos tu premio.
—Si.
Caminé hasta mi premio y más que recibirlo, se lo arrebaté a el chico que lo sujetaba. Me fui a mi dormitorio sin decir ni una palabra. Recibí un mensaje de él.
—Perfecto, sigue así y conseguirás lo que deseas.
El mensaje me hizo reír por un momento, pero enseguida mi rostro cambió cuando tocaron mi puerta.
Abrí y ahí estaban #3 y #8.—¿Qué necesitan? —les pregunté.
—Solo queríamos felicitarte.
—...
—Felicidades.
—Gracias, adiós —dije y cerré la puerta.
A lo mejor dirán que soy egoísta y que me creo mejor que los demás, pero personas como yo notamos los errores del mundo, #3 tenía una cámara en su collar y #8 un micrófono en sus pendientes.¿En serio creían que no lo notaría? Soy más inteligente de lo que creen, no estuve mostrándolo porque quería sorprenderlos en el último momento.
Todo lo que hago tiene un propósito, y no dejaré que nada ni nadie arruine mis planes. El poder no lo conseguirá cualquiera, lo conseguiré yo y para eso tengo que esforzarme y pensar positivo. Sé que mi padre se cansará en algún momento de apoyarme, pero no lo necesito, puedo valerme por mí mismo, tengo todo lo que necesito para ganar esta batalla.
Tengo lo que ellos no tienen.
Tengo mi cerebro.
¡Ring! ¡Ring!
—¿Quién es?
—Soy yo.
—Ahh
—Felicidades por ganar.
—Nunca creí que me felicitarías.
—Pero lo hice.
—Supongo que lo merecía.
—¿Ahora te pones de arrogante?
—Umm, algo así, ¿Cómo está ella?
—¿Ella?
—Sabes de quien te hablo.
—Ahh ella, está viva.
—Pero, ¿Está bien?
—Supongo que sí.
—Si me llego a enterar que la estás lastimando, yo mismo iré y te mataré.
—Cálmate, la trato bien, hago que todos los empleados se diviertan con ella.
—Maldito.
—Deberías respetar a tu patrocinador.
—Ha, patrocinas a todos y al que menos atención le prestas es a mí, ningún juez me apoya, aunque después de hoy deberían de verme un poco más superior.
—Tienes razón, después hoy tal vez te vean un poco más, pero aún seguirás siendo el que menos posibilidades tenga.
—Pero gané hoy.
—Para ellos solo es suerte, no tienes lo que se necesita.
—Sí lo tengo.
—Puede que un poco, pero si quieres ser el mejor debes mejorar.
—Mejoraré, pero promete que la cuidarás.
—Lo pensaré.
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El Adoptado
No FicciónLuca Zuccarelli, obligado por su padre a tomar participación en el más trágico, pero emocionante suceso de toda Canadá. Apenas 13 años, pero con un coeficiente intelectual increíblemente alto, su madre es puesta bajo arresto domiciliario luego de ha...