Consecuencia.

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Muchas gracias por todo el apoyo que está recibiendo mis otras obras, perdonen por no actualizarlas, pero me llego esta idea y no pude resistirme.

Esta historia se encuentra ubicada después de Frozen II, lean bajo su responsabilidad.

Capítulo I. Consecuencia

Muchos filósofos a lo largo de la historia nos han hablado de como las decisiones que tomamos, no solo nos afectan a nosotros, sino que también a nuestro alrededor creando el conocido efecto mariposa.

Dicho lo anterior, se puede decir con seguridad, que muchas veces no tomamos en consideración la magnitud de las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Pues aunque sabemos son de alto impacto en nuestras vidas, suele suceder que la vida nos enseña que no todo es del todo fácil.

Cuando Elsa dejo la corona sobre de su hermana Anna, supo en realidad qué haría lo mejor por Arendelle, ella sabia que era la única opción que tenía. Sin embargo nunca considero en realidad, lo que llevaría su lugar entre los espíritus.

Lamentablemente para ella, fue muy tarde cuando descubrió lo que ello conllevaba.

Con el pasar del tiempo, Elsa dejo que Anna tomara su camino, claro que estaría ahí para apoyarla, pero solo si así lo pedía ella, pues noto como las cartas, aunque frecuentes, dejaban de entrar en detalles como si ocultara entre aquellas líneas de tinta, un mensaje esperando ser descubierto.

Las visitas al reino se vieron reducidas, cuando notaba que cuando iba, su hermana en un intento de manejar el reino y atenderla llegaba a presionarse, claro ella nunca se lo diría, sin embargo no hacia falta, ella misma lo notaba.

Y sin darse cuenta, habían pasado décadas desde la ultima vez que habia visto en persona a su hermana, años en los que las cartas apenas decían algo aparte de saludos cordiales y cosas banales.

Era un día muy parecido a aquel en el que habían tenido su gran aventura, las hojas caían de los arboles anunciando el invierno, el viento del invierno se había llevado consigo a Honeymanen, ella asistió a la despedida de su amiga, dejando que tomara su ultimo descanso junto con la voz del bosque.

Camino por la orilla de aquel río, que llenaba de vida al bosque preguntándose cómo estaría Anna, sin ser consciente de ello, vio su reflejo en la superficie del agua, y fue cuando noto que ni una arruga había en su piel, su cabello aunque platinado, seguía igual que siempre. Por un momento dejo que su mente le mostrara como era Anna, parecida a ella, con su piel un poco menos clara, con pecas mas visibles y aquel cabello que figuraban las llamas mas pasionales que jamás allá visto. Nunca tuvo la fortuna de ver a sus padres con mayor edad, para poderse dar una idea de como seria su vejez, pero viéndose a si misma, quiso creer que Anna seguía igual.

Pero el agua que tenía consigo la memoria de lo que llevaba consigo le mostró la verdad.

Una que no quería creer, pero era mostrada frente suyo.

El espíritu del agua fue invocado, y sin tomar descanso llego a su destino, aquel reino escondido en el fiordo habia cambiado tanto, que no podía creer lo que veían sus ojos.

Las antes casas modestas fueron cambiadas por bastas y grandes mansiones, las embarcaciones anteriormente de madera, ahora eran grandes buques de metal, en la lejanía podía escuchar como la calma del reino había cambiado por un ruido incesante producido por aquellos carruajes de metal que circulaban por las calles sin necesitar de caballos. Las pocas tiendas que había en el reino, ahora parecían almacenes capaces de surtir a todo un reino cada una.

Con cautela bajo del espíritu del agua, sin saber en realidad el porque, pues aunque era el reino en el que había crecido, poco podía decir que fuera su hogar.

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