Complejo.

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Perdonen la demora, espero que todos se encuentren bien con todo lo que esta sucediendo. Y muchas gracias por el apoyo que está recibiendo este triste intento de historia.

Como siempre los personajes no me pertenecen yo solo los ocupo sin fines de lucro, pues Disney no vio la Maravillosa Historia de amor que tenía enfrente.

Capítulo X. Complejo.

Pese a que no eran las únicas personas en el restaurante, Elsa podía sentir como la mayoría de los comensales tenían su atención en ellas, y por primera vez en mucho tiempo, sabia que ella no era la causante de la atención, o por lo menos no por su propia persona, sino que la mujer con la que llego era la causante de que todas las miradas estuvieran sobre de ellas. Desafortunadamente para la platinada, las miradas de las personas solo lograron que el ser observada con tanta intensidad por la mujer que las había estado esperando, fuera aun mas incómodo.

- Mulan, no sabes cuanto te extrañe.- dijo Anna, abrazando a la azabache con fuerza, sin darse cuenta de la incomodidad de su invitada, o de la mirada que su amiga le dirigía a ella.  - Te presento, ella es Elsa, Elsa, ella es Mulan. - esperando que cualquiera de las dos dijera se separo de Mulan, pero en cambio, ambas mujeres se veían una a la otra.

De pronto la mirada de Mulan se clavo en ella, y la intensidad en sus ojos era suficiente como para ponerla nerviosa bajo aquellos obres. - ¿Así que, donde la encontraste esta vez?

Al escucharla hablar en su idioma natal, Anna escucho su cuello tronar por la velocidad con la que volteo a ver a la quinto espíritu, y pudo observar cómo está parecía desconcertada por no entender nada.

- Sabes que es de mala educación lo que estamos haciendo, ¿Verdad? - Respondió Anna, sintiéndose mal consigo misma por dejar fuera de la platica tan descaradamente a Elsa.

- No me contestaste. - Dijo sin molestarse en ocultar su descontento.

- ¿Que quieres saber?- Rindiéndose ante la platica, pues era consciente de la tenacidad de Mulan, Anna trato de acabar lo antes posible.

- Debo recordarte con lo qué pasó con la ultima mujer que me presentaste de la nada, y que terminó llevándose tus joyas ¿como se llamaba?

- Elizabeth, y no, no debes recordármelo.

- Pareciera que si, o qué tal de la otra, la que gasto miles de euros de tu cuenta con la tarjeta que le confiaste para emergencias.

Anna suspiro y termino por sentarse con un resoplido, ante el regaño que estaba recibiendo. - ¿Cual es tu punto?, o ¿solo quieres recordarme todas las veces que la he cagado?

Ante la actitud de Anna, Mulan se sentó y tomo la mano de la cobriza entre las suyas. - Me preocupo por ti, no me gusta que la gente te utilice, y si debo ser una perra contigo, bien por mi, mas con tu maldito complejo de gato perdido.

- No tengo un complejo de gato perdido. - Replicó, solo para ser silenciada ante la mirada de Mulan.

- ¿A si?, ¿entonces me vas a decir que no la encontraste durante tus vacaciones, y que de una manera u otra ahora está viviendo en tu departamento? Si es así me encantaría escuchar esa historia.

No pudiendo mentirle tan descaradamente, Anna termino por agachar la mirada y jugar con sus manos, al escuchar un suspiro de resignación, maldijo el que la conociera tan bien, pero sabía que no podía vivir sin ella y por eso mismo guardaba de ella su secreto, no pudiendo concebir su vida sin Mulan a su lado.

- no terminará bien, lo sabes ¿Verdad? - dijo Mulan, solo queriendo lo mejor para ella, pues estaba cansada de ver como las personas solían aprovecharse de ella, y siempre terminaba rompiéndose, y no sabia si el corazón Anna soportaría mucho más.

- Solo la voy a ayudar a salir de lo que prometí, y será todo, lo juro. - Y aunque lo dijo, ni ella misma era capaz de creer sus palabras.

- Solo cuídate. - Apretando su mano, Mulan le hizo ver a sus ojos, queriendo transmitir lo que sentía. - Sabes que siempre estaré aquí para ti.

- Lo se.

Durante toda la platica, Elsa solo pudo ver de una a la otra, nunca maldijo más su propia ignorancia, ella sabía varios idiomas aunque tenía décadas de no practicarlos, y aunque había posiblemente muchos más en el mundo, nunca se había sentido tan desesperada por saber algo, pues el mandarín no era un idioma que dominará o siquiera pudiera entender, y solo podía sentir como aquella platica se daba frente a ella, tenía mucho más que ver que lo se veía a simple vista.

- Disculpa por eso. - Dijo Milán de pronto, llamando la atención de la platinada. - Había un par de asuntos que se tenían que hablar cuánto antes y no podían esperar, mucho gusto, me llamó Fa Mulan. - La azabache extendió su mano, y aunque sabía que Elsa no había creído su mentira, no le importaba en lo más mínimo.

Elsa tomo la mano ofrecida, asintiendo y sonriendo como si no le hubiera lastimado. - El gusto es mío, yo me llamo Elsa.

Sentándose en la silla a lado de Anna, pudo ver mejor a la mujer frente a ella.

Los ojos oscuros aunque hermosos, ocultaban una fuerza detrás de ellos, sus facciones eran muy diferentes a las que había visto nunca, era una belleza que simplemente no podía pasar desapercibida, y por la forma en que miraba a Anna, también sabía que ambas mujeres compartían un vínculo más allá de lo que dejaban ver a primera vista.

- Así que, ¿qué tal estuvieron tus vacaciones? - Comenzó Mulan, queriendo romper el silencio que había llenado la mesa en la que estaban, algo sumamente inusual, dado que Anna estaba a su lado.

- Que te digo. - Dijo Anna alzado su mano para llamar la atención de un mesero para pedir las cartas y poder ordenar. - Fueron mucho más cortas de lo que pensé que serían sinceramente. - Dijo con un toque de humor.

- Ni que lo digas, cualquiera pensaría que trabajamos con niños de kínder, que necesitan supervisión en cada paso que dan.

- ¿Ustedes trabajan juntas? - preguntó Elsa, queriendo saber más de la relación de ambas.

- No puedo creer que te avergüences de mi, como para no hablarle de lo nuestro. - dijo Mulan, tapándose los ojos fingiendo llorar.

Los ojos de Elsa se abrieron por la sorpresa y jadeo muy fuerte ante lo que escuchaba, pues no podía creer que implicará en un lugar tan público una relación entre dos mujeres, pero su temor se corto cuando logro escuchar como ambas mujeres se rompieron a reír ante su reacción, vio a su alrededor y contrario a lo que sucedía momentos antes, nadie le prestaba atención, como si la declaración de Mulan no fuera importante, sabiendo que debía saber más de lo que se había perdido, solo dejo que su vergüenza se dibujara en su rostro.

ConsecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora