CAPÍTULO 2

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Durante la noche escuché nuevamente como algo se paseaba algo fuera de la casa, primero caminó por el techo y luego corrió a lo lejos. Quise observar desde la ventana de que se trataba, pero la bruma era tan espesa que no dejaba ver nada. Saqué mi cámara digital y tomé algunas fotografías pensando que podría capatar algo, pero nada. El viento era tan fuerte y las calles estaban llenas de nieblina, habia mucho frio, la cama se sentía humeda por el ambiente. Fue por esto que apenas pude dormir y pude escuchar cuando algo algo caminaba por el techo. Pero después de mis intentos por fotografiarlo, no hubo nada más que mas silencio y más noche. La noche se hizo un poco larga, quería que amaneciera pronto.

A la mañana siguiente dayunabamos con mi tia y Benjamin, en una mesa de madera ubicada en el centro de la sala. Disfrutabamos huevos estrellados con frijoles y platanos fritos, estaba todo tan delicioso.

—El clima de acá es tan rico, tan diferente al nuestro—comenté mientras me servía un trozo de platano del centro de la mesa.

—Lo sé—dijo mi tia deteniendo un bocado antes de meterlo a su boca— viví por varios años en tu ciudad y es un clima un poco caluroso, por eso me costó un poco adaptarme cuando llegué aquí.

—Se llena mucho de nieblina—comenté, mi tia rió.

—Y eso no es nada, hay veces que por las ventanas no se ve nada, afuera es un limbo total.

Me asombré, imaginé la escena, las calles llenas de bruma.

—Creo que veniste en la mejor época del año—dijo Benjamin, el clima, la navidad, todo.

—Eso creo yo tambien—reí, luego tomé un sorbo de café—hubiera querido acompañarlos el año pasado, pero no pude, estuve en una excursión con los scouts, nos enseñaron a hacer nudos y otras cosas en una montañana y regresamos a la casa hasta el 23 de diciembre.

—Que genial—dijo mi primo.

—Hay hijo, en parte es mejor que hallas venido este año, el año pasado fue un año un poco duro la verdad, caí en cama en estas fechas, creo que ya sabes la historia.

—Yo se tia, me lo contó toda mi mamá—dije en tono de lamento,

—Pero lo importante es que acá estamos juntos, continué.

—Eso si—dijo ella perdiendo la vista en la mesa, apretó los labios.

El desayuno fue un poco rápido, mi tia se levantó luego de la mesa por que dijo que iría al mercado a comprar para la semana, el emrcado estaba a un kilometro más o menos de la ciudad, era la única zona urbana. Luego sus contornos eran un poco rurales.

—Anteriormente yo tenia una igual—le dije a Benjamin mientras subíamos los escalones a la segunda planta, Benjamin me observó sin entender bien de que le hablaba.

—Pero la mia a tenia huellas de perros en el cotorno.

—No entiendo de que me hablas—frunció el ceño.

—De la pulsera—reí.

—Ah—exclamó mirandosela de inmediato—es un regalo de navidad que me hicieron el año pasado.

—Está bonita.

—Gracias, a mi no me gustan los animales, la prefiero mejor, así como está—rió.

Llegamos hasta mi cuarto, me acosté en la cama.

—¿Y como te sientes acá? —cuestinó mi primo.

—Pues bien, eso diría yo.

—Te va a gustar, la cena acá es lo mejor, la comida, bebiendo café, no sé como se celebre en tu ciudad, pero aquí es hermoso—Benjamin hizo una pausa, de protno se notó conmovido—sobre todo cuando estas con tu familia—logró pronunciar con la voz quebrantada.

—Lo sé—dije apretando mis labios, supuse lo decía por lo que pasó el año anterior a mi tia, estuvo al borde de la muerte.

Hice silencio, pensando en que decir, no quería que Benjamin estuviera triste.

Lo abracé y vi que se estaba recuperando. De pronto un golpe en el techo hizo darme un susto, ese algo empezó a caminar como anoche, se movió desde una esquina a la otra, pero esta vez pesaba menos, el ruido era un poco menor que los anteriores.

—Ahí está eso—me exalté

—¿eso que? —pronunció extrañado Benjamin.

—Es lo mismo de anoche, no se que es en realidad—

De pronto después de que la cosa hubiera cruzado el techo se quedó en silencio, y me tomó por sorpresa sacándome un brinco cuando dio un salto hasta la ventana.

—Es un gato—dijo Benjamin.

Tenia razón, era un gato angora negro.

—Más bien es una gata, es de don Santos, nuestro vecino—informó.

—Pero no era eso—dije

—¿A que te refieres? —cuestinó

—Lo de anoche, era otra cosa—

Benjamin hizo silencio.

—Bueno voy a decirte algo, espero no creas que me estoy volviendo loco—

Benjamin arqueó una ceja negando levemente con su cabeza.

—Anoche mientras intentaba dormir, un animal cruzó por el techo, era pesado, se escucha en el crujir la lamina, y luego se lanzó hasta la bruma en la calle, yo saqué mi cámara fotográfica e intenté captar algo y no pude.

El rostro de Benjamin era inexpresivo, observaba fijamente algo que no se que era.

—¿Te sucede algo? —cuestioné

—No—dijo él

—Mira—dije, avancé hasta el ropero, saqué mi cámara fotográfica, pasé algunas fotos en las que habia bruma, y puse una que apenas se podría distinguir algo en medio, como del tamaño de un perro sentado.

—Es lo que pude captar, algo me dice que es un animal del bosque.

—No fotografies—ordenó Benjamin.

Hice silencio, yo lo vi sin entender.

—¿Cómo? —cuestioné, creyendo que habia escuchado mal.

—No fotografíes—expresó nuevamente, casi en tono autoritario.

—¿Por qué?, ¿no entiendo? —curiosé

—Solamente hazlo—

Miré fijamente a los ojos a Benjamin, él bajó la tensión y suspiro. Hay animales en el bosque que pueden ponerse agresivos si ven que los oftografia y sobre todo con flash, pueden atacarte, e incluso tu intento de foto puede ser tu muerte segura. ¿Entendiste?

Yo asentí. Ya no parecía el mismo Benjamin que antes habia visto, ahora se notaba tan agresivo, con un caractaer tan pesado. Luego de haberme dicho esas palabras iba de salida, pero regresó de inmediato.

—Es más, quiero decirte algo, puedo que esto parezca dramático, y quizá obvio, pero el bosque está lleno de criaturas silvestres que pueden cobrarte la vida, por favor, evita entrar al bosque, sobre todo cuando está anochesiendo—

Yo asentí.

—¿Entendido? —

—Asenttí nuevamente.

—De acuerdo—exclamó saliendo de mi cuarto.

No acababa de comprender lo que sucedia, miré a mi cámara estrañado y la guardé en mi ropera, la puse bajo llave, luego miré al bosque buscando entender, pero nada.

¿Qué hay en el bosque que hace que Benjamin cambie de humor tan drásticamente?

Navidad MisteriosaWhere stories live. Discover now