Grace siempre había odiado la manera en que Lucius la miraba, para ser alguien tan atractivo y respetuoso como lo mostraba frente a los profesores por dentro era el mayor hijo de perra que hubiese en Hogwarts., un maldito idiota pervertido que sólo pensaba en sexo por placer, no por amor.
Cuando ella tenía 15 años perdió su virginidad con Lucius, no eran novios, fue algo a lo que él llamó "relación abierta" aunque para Grace significaba "no quiero nada contigo ni con nadie, solo quiero coger".
Perteneciente a Gryffindor y cursando su 6to año, esa era la vida de Grace.
Clase de encantamientos
- ¿Qué clase de relación es esa?
- Ya te lo dije Lily, él y yo nunca tuvimos ni tendremos una relación - le explicó Grace por 1283738388 vez a Lily, su mejor amiga.
- Sigo sin entender porqué sigues con él.
- Yo qué sé, por placer supongo.
- Viene hacia aquí. Iré rápido con James.
Lucius se acercó a la mesa de Grace con su típica mirada acosadora, Grace nunca entendió cómo es que las chicas se volvían locas por él.
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- Hola linda.
- Hola Lucius.
- ¿Hoy a las 8?
- ¿Hoy, lunes?
- Nunca me canso de estar contigo.
- Repítelo hasta que te lo creas.
- Vamos, sabes que eres la única chica en mi vida.
- Cuando los elefantes vuelen te creeré.
- Eres imposible.
- Y aún así sigues queriéndome - Lucius rió.
- En los baños de prefectos a las 8, ya arreglé todo.
- Bien, te veo ahí.
Lucius se fue de nuevo con sus amigos, Grace no se dio cuenta de que toda la clase él no le quitaba los ojos de encima.
Al término de las clases Grace se dirigió a su sala común, no sin antes cruzar miradas con Lucius.
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