Capitulo 3

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BringMin prov:

Frío...

-Solo eso podía describir-

"Frío"

¿por qué?

¡PORQUE HABÍA UN CHINGON DE FRÍO EN MI HABITACION TODA LA BENDITA MADRUGADA! ¿Como es posible que haya tanto frío apenas empezando el mes de julio?...

¡JULIO!

Ahora, gracias a mi estúpido y delgado edredón, me refríe completamente. Tanto que podría ser millonaria si me pagaran por cada estúpido estornudo que he dado el día de hoy.

Giré mi cabeza a dirección del pequeño reloj de mesa que estaba en mi habitación.

"10:45 am"

Literalmente parecía un zombi tirado en la cama. No tenía ánimos de absolutamente nada. Ni de dibujar, ver televisión, bañarme, comer o incluso ir al baño para hacer mis necesidades (así de mal estaba), ni mucho menos de salir  de mi habitación solo para atender a los chillidos de las niñas. Sé que no debe de ser nada grave de todos modos, de ser así, no se escucharían chillidos, sino GRITOS. Y literalmente tumbarían la puerta de mi habitación solo para notificarme su "pequeño" desastre (si notaron las comillas en la palabra "pequeño" ¿verdad?)

Mis párpados estaban cerrados y agotados, mi nariz roja de tanto estornudar, mi cuerpo aún se seguía congelando con cuatro cobijas y un edredón, y mi respiración era un tanto entrecortada por la causa de tener las fosas nasales tapadas. Sin embargo, trataba de conciliar el gran sueño que traía. Pero una sonrisa involuntaria se generó en mis labios al cruzar por mi mente una imagen de él. Ese chico tan lindo y tierno, ese chico que me deja boba con una sonrisa, que me mata con su mirada y que me intimida con la cercanía... definitivamente estaba enamorada de él.

Como quisiera que todo vuelva ha ser como antes...

Tres golpe inesperados se escucharon provenir de la puerta. Abrí ligeramente los párpados para dirigir mi vista al productor de ese ruido, pero como confirmé que mi puerta aún estaba trancada, volví a cerrarlos.

—¡Onni! es urgente... —se escuchó del otro lado una voz aguda y angelical, Jungie— Min Onni, ya son casi las once, tienes que despertar... —suspire cansadamente mientras me debatía a contestar o no, según ella, era urgente.

—¿Cuál es la urgencia? —hable en un tono tan bajo que pensé que no era audible.

—pues... pues... Jungiul tiene mi muñeca y... y la...

—Aaagh —gruñí vagamente— si se trata de los conflictos con tu hermana, por favor habla eso con nuestra Omma.

—Sí, pero ella...

—ya dije.

Un silencio extraño se hizo presente en toda la casa, seguramente ya se había ido del pasillo. Pero cuando por fin reinaba la calma, el silencio y la relajación suficiente para quedarme dormida -por aproximadamente 6 horas más-, se produjo otro ruido provenir de la puerta.

—¡¿Ahora que?! —el malestar hizo que mi grito se escuchara más bien como una suplica.

—Onni, te acuerdas del dibujo que hiciste el 14 de febrero? —cómo olvidarlo... ¿pero a qué venía esto?

—Uumhu —asentí vagamente.

—Pues... ¿cómo era que se llamaba el chico qué dibujaste? —sonreí instantáneamente al recordarlo.

—Park~ su nombre es Park jimin —no hubo respuesta alguna— ¿por qué preguntas? —fruncí mí ceño ante tal rara pregunta— ¡Jungi...

𝙱𝚎𝚜𝚝 𝙵𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍𝚜 🍁 𝙿.𝙹𝙼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora