Misión Café <<Número Cinco y Tú>> <(Final alterno)> [Terminada]

La Desaparición

°*°

¿Por qué clavé el cuchillo? Porque estaba enojado, y porque quería llamar su atención (el 80% de mis razones para hacer cosas be like)

-Número 5 -exclamó papá.

(i'Ve gOt A QuEStiOn)

-Tengo una pregunta -dije.

-El conocimiento es un objetivo admirable, pero conocen las reglas: No hablar durante las comidas. Estás interrumpiendo a Herr Carlson.

Hice caso omiso a sus palabras. Empujé el plato de comida frente a mí y seguí hablando, a pesar de recibir la preocupada mirada de Vanya que decía con todo sentido "Cállate".

-Quiero viajar en el tiempo.

-No -respondió firme.

-Pero estoy listo. Estuve practicando mis saltos espaciales como dijiste -utilicé mi poder y me transporté a su lado-. ¡¿Ves?!

[...]
(Para no repetir todo. No jodan, todes nos sabemos de memoria esta parte jajajaja)

Era libre al fin. Sabía que podía hacerlo; Otoño, invierno, primavera, viajaba en el tiempo por las distintas estaciones.

La emoción apretaba mi pecho y ponía presión en todo mi cuerpo. El fuego que normalmente me consumía esta vez era tierno, y se llamaba "adenalina", no "enojo" o "tristeza". Me sentía ligero mientras reafirmaba mi libertad con cada paso, pero en el último salto un peso cayó en mi cuerpo como una bolsa de cemento.

Me detuve cuando mis ojos fueron cegados por una luz oscura y repentina. Esa luz era el fuego de algunos edificios en llamas y el sol cruzando por el cielo gris. ¿Gris? Miré con atención; En frente mío todo estaba destrozado, prendido fuego, oscuro y sin vida.

También noté que no había nada. Giré a todos lados. Nada estaba en pie. En ese momento me preocupé. Si no había nadie... ¿Qué mierda había pasado? ¿Que debía hacer? Mi instinto fue buscar ayuda y conocimiento en casa.

-La Acedemia -murmuré preocupado.

[...]

No me iba a desesperar, así que caminé tranquilo. Acercándome despacio a una lápida. Una lápida en el patio destrozado con el mismo filtro gris y energía apagada que el resto de la ciudad. La lápida de ________ era un fósil, los restos de una construcción humana. Así como ella hace tiempo se había convertido en un fósil humano también, restos de células y tejidos muertos que alguna vez tuvieron un nombre.

No estuve en su funeral y tampoco lo tenía planeado. En eso estaba pensando cuando llegué enfrente de la lápida. Sentí que me había tomado una eternidad, pero ahí estaba. Creí que jamás la volvería a ver de ningún forma, pero en frente mío estaba la lápida que decía:

_____________ Hargrevees
"Que tu súper-rapidez te ayude a llegar rápido al cielo que mereces"

Sonreí ante esa frase. Seguro la pensaron nuestros hermanos, pues a ellos les gustaba mucho su poder. Y a mí también. Aunque haya perdido la cuenta de todas las veces que me jodió los días haciéndome bromas pesadas, lo cierto es que la vida era muy aburrida sin ella.

Borré mi sonrisa y sequé una lágrima en mi mejilla. ¿Por qué lloraba? Estaba siendo débil y sensible, todo lo que me prometí no ser. Y no lo era. Miré al lado de su lápida. Allí había una figura grande de material rocoso que hacía un poco de sombra. La lápida se situaba al lado de una estatua de... Ben. Y se leía:

Ben Hargrevees
"Que la oscuridad dentro de ti encuentre paz en la luz"

Así que Ben también estaba muerto. Se notaba que mi familia no hacía más que destrozarse a sí misma.

Decidí deshacerme del último peso, el que no me dejaría avanzar. Metí la mano en el bolsillo, sentí el oro y lo saqué. Decidí no mirarlo, quizás para no sentir que estaba dejando algo importante atrás. Y finalmente lo coloqué en la tierra, delante de la piedra escrita.

Sentí cómo el peso resbalaba de mi espalda y respiré profundamente, inhalando un poco de ceniza y humo que me hicieron toser. Creí que finalmente podría avanzar, pero un sentimiento llamado "culpa" me agarró de las piernas, siendo eso lo que ahora me impedía el paso.

Observé la lápida y la estatua una última vez. Di la vuelta y me encaminé a... no sabía dónde. Un pánico enorme empezó a adentrarse dentro mío de la misma manera que el humo invadía mis pulmones de a poco, porque no tenía idea de qué hacer, a dónde ir o a quién recurrir.

Pero de nada servía alterarse. Sin sentimientos y con mi entrenamiento sería capaz. Y sobre todo, sin mirar atrás. Me prometí no mirar atrás porque ahora debía sobrevivir solo. Finalmente obtuve lo que tanto quería, ¿no?

No miré atrás mientras me alejaba por segunda vez de la chica que amé (y aunque no lo quisiera admitir, seguía amando).

°*°

Cinco ya desapareció.

Pero... ¿qué pasará cuando vuelva?

¿Quiénes estarán para recibirlo?

¿Estarán TODOS?

°*°

Quiero aclarar que esto es un final alterno de la historia "Misión Café" de jenixa7312
Créditos a esta belleza de ser humano.