mir(arte) | panwink

d de "¿de verdad estás bien?"

Jihoon sí había llevado a cabo su plan de evadir a Guanlin, de hecho, lo estaba haciendo tan bien que ni siquiera lo miraba, su amigo estaba sorprendido por su fuerza de voluntad, pero la verdad era que aunque se viera tranquilo, Jihoon estaba sufriendo una lucha interna para conseguir toda esa fuerza de voluntad. Una cosa era no mirarlo, pero mantenerlo alejado de sus pensamientos era casi una misión imposible, la linda sonrisa del pelinegro estaba alojada en su mente y no parecía tener intenciones de salir de ahí, haciendo que el rubio tuviera unas inmensas ganas de mirarlo, solo para ver si recibía una de esas sonrisas milagrosas.

Concentrarse en su tarea tampoco ayudaba, pues se encontraba a sí mismo dibujando corazones y chicos que se parecían bastante al dueño de sus suspiros. Jihoon estaba frustrado, rompiendo y arrugando sus dibujos para comenzar de nuevo, estaba teniendo más esfuerzo mental del debido y eso lo estaba volviendo muy irritable.

-¿Jihoon?- Y hablando del rey de roma...

-¿¡Qué!?- Sus palabras salieron duras y agresivas, ahora era más que evidente que no estaba teniendo un buen día. El más alto retrocedió, sonrojandose un poco y dándole una mirada avergonzada. El rubio suspiró.- Lo siento...

- ¿Está todo bien?- Guanlin preguntó, en un tono bajo y aún mirando al suelo, a este paso iba a lograr derretir por completo al menor.

-Sí, solo no consigo dibujar lo que quiero...- En realidad es lo contrario, no dejo de dibujar lo que quiero. Pensó, haciendo un ligero puchero y mirando al más alto, quien le brindó una de sus sonrisas de principe encantado.

-Puedes hacerlo, eres muy bueno, solo deja de presionarte...- Dicho esto, el pelinegro volvió a su asiento, casi como si no le importara haber dejado al rubio pareciendo un tomate y con el corazón queriendo salirse de su pecho. Casi sintió ganas de golpearlo, él trataba de superar su crush y él comenzaba a hablarle y a ser amable ¿quien rayos se creía para hacerle eso?

Miró a Daehwi, quien obsevaba la escena tratando de reprimir una sonrisa, Jihoon lo conocía tan bien que sabía lo que estaba pensando. "No puedes huir."

El rubio terminó dibujando cactus, era en sí lo único que podía dibujar sin asociarlo con su mayor, aunque quizás sí lo asociaba un poco, porque aunque era lindo, sentía que si se acercaba clavaría espinas en él.

Luego de la clase, la profesora pidió voluntarios para ayudarla con la clase de los niños, Jihoon pensó que era la oportunidad perfecta para desviar sus pensamientos, amaba ayudar a los niños a dibujar, jugar con ellos y sobre todo ¡sus abrazos! y de esa forma estaría muy ocupado como para pensar en su crush ¿verdad?

-Yo puedo hacerlo...- Alzó su mano mirando a su profesora, quien le dio una sonrisa dulce y asintió.

- Bien, Jihoon ¿Alguien más?- El estómago del rubio se tensó al escuchar eso.
Que no sea él, que no sea él, que no sea él.
-Yo también puedo...- Bien, todas sus súplicas estaban siendo ignoradas ese día ¿Acaso el universo estaba en su contra?

La profesora los llamó, les dió unas cuantas indicaciones antes de decirles que la siguieran al otro salón de clases.

-¿De verdad estás bien, Jihoon?- El nombrado se tensó, sintiendo el calor subir a sus mejillas y cómo su cuerpo luchaba con su cerebro para no voltear a verlo.

-Mhm, sí.-Habló. Corto. Quizás de esa forma se acabaría la conversación.

-Me alegra...- El sonrojo se hizo más notorio, y pudo jurar que vio a Guanlin sonreir de reojo, haciendo que sus piernas flaquearan ¿Qué clase de pacto había hecho ese chico para traerlo tan mal?

-Ustedes dos se quedarán en este salón, darán la clase de hoy a los niños, será fácil, son de jardín...- La profesora siguió hablando, pero Jihoon ya no escuchaba, se había perdido luego de "se quedarán en este salón." ¿Iba a pasar toda la tarde con Guanlin cuidando niños?

Aunque lo reprimió, aunqur trató con todas sus fuerzas no sentirse emocionado, una sonrisa tonta apareció en su rostro. Sí, definitivamente el plan "evadir" no estaba funcionando del tan bien.