Sweet Love Kingdoms || ᴄʜᴇᴇꜱᴇᴘɪᴇ

𝔗𝔢𝔫

Otro día había iniciado, diariamente acostumbraba a levantarse desde las 8:00 AM a preparar todo, ya que a las 8:30 AM abría su puesto nuevamente.

Ésta vez fue diferente, normalmente hubiera despertado con las risas de la chica a la que hacía llamar su cliente favorita, sin embargo, sus carcajadas no fueron su despertador aquella mañana.

Despertó de inmediato creyendo que sus oídos no habían sido lo suficientemente agudos para captar en su campo los timbres de la risa ajena, pero ésta vez no fué así. Le pareció extraño y supuso que la madrugadora había sido ella ésta vez.

Pasaban de las 12 PM y la chica seguía sin aparecerse por la vereda del local, ni siquiera había venido por el pan que habitualmente solía comprar para acompañar, mejor dicho complementar, su desayuno.

-Buenas tardes, señorita Le Blanc- el joven frente a ella la hizo salir de sus pensamientos.

-Buenas tardes ¿Gustaría algún postre?

-Desde luego, quisiera un panecillo, por favor- la chica se dirigió a la cocina para buscar entre la vitrina de postres de dónde sacó uno fresco. Ni idea de cuánto tiempo tenían ahí los del mostrador.

Una vez lo dió al cliente y éste hubo pagado, tuvo la plena intención de retirarse, si no fuera porque la fémina lo detuvo.

-Disculpe, no quisiera molestar pero ¿Ha visto a Diane? Se me ha hecho extraño no verla en lo que lleva del día- el pueblo era pequeño y no era raro que te preguntarán por alguien con quien ni siquiera hayas hablado, todos conocían a todos.

-Lamento decirle que no la he visto, pero si lo hago, le diré que usted ha preguntado por ella ¿Le parece?- la chica asintió y se despidió del castaño.

Seguían pasando las horas y al no ver si llegada decidió hornear, de nada serviría ya que casi nadie compraba, desearía tener el buen don del sazón para poder hacer buenos postres, sí, eso era una razón por la que casi nadie se atrevía a poner un pie dentro de la tienda porque al final el que lo hiciera entraría a ver el interior para después irse con las manos vacías.

Sino fuera porque cuando tomaba sus utensilios, encontró una botella de líquido marrón como si de té se tratara; lo tomó delicadamente y al retirar el corcho que cubría la boquilla se desprendió de él un aroma dulzón.

La curiosa mirada esmeralda exploraba de esquina a esquina la botella en mano y decidió dejarla lejos, a pesar de que su olor era hipnotizante no sabía lo que pudiera ser. Se dispuso a batir la mezcla dentro del tazón, ¿Qué pasó con Diane? Una pregunta que parecía simple de contestar pero aún así seguía sin respuesta.

¿Y si había sido pérdida? No, su familia estaría muy triste, alto, olvidaba que a nadie le importaba otra cosa más que su vida propia, ¿Acaso ella era la única que se preocupaba por los demás? Supuso que era por la falta de amistades en el pueblo o porque la mayoría de la gente ahí eran personas que pasaban de los 30 años.

Mezclaba con una fuerza inigualable que movía la mesa de a poco, el mueble dió un golpeteo a la pared de madera y ocasionó que las repisas se sacudieran, una de ellas afectó con su inercia a la botellita que se volteó derramando parte de su interior encima de la mezcla, asustando y sacando del trance a la rubia.

Su vista se posó rápidamente sobre el reciente desastre que había hecho, ahora el dulce aroma se apoderaba del sentido de su olfato tanto como del ambiente de la habitación. Intentó limpiar como pudo pero la masa absorbió la mayoría de la esencia, dudó mucho pero al final siguió batiendo como si nada hubiese pasado, esperando que no afectara sus postres y se tratara de simple agua que sabía que podía arruinar la consistencia de éstos.

Para la mañana siguiente seguía cuestionando el porqué la gente entraba y salía cada minuto de su tienda queriendo acabar con el inventario del local.

Sin saberlo, había logrado obtener el don que tanto había deseado, había estado oculto en la parte más recóndita de su cocina: la esencia de vainilla.

🥐🥐🥐🥐

Éste capítulo y todos los demás tienen una historia detrás, no lo digo por los problemas de cada una sino por el verdadero trasfondo, quédense hasta el final y sabrán por qué.

Ni siquiera éste capítulo es tranquilo.

Bye!

Starly✓