Harry agarró la cesta y comenzó a crearse una ruta entre los árboles. Era bueno que en esa zona no hubiera nieve, o probablemente no habría estado ahí en ese momento.
Su cesta estaba ya prácticamente llena de bayas que sabía no eran venenosas.
Había dejado hojas por el camino en sus huellas, de modo que solo tenía que seguirlas para volverHacía dos días que despertó tumbado en la carreta, y todos sus recuerdos de lo sucedido le asaltaron.
Salem estaba junto a él cuando despertó, y no se habían separado desde entonces. De hecho en ese momento se encontraba caminando a su lado torpemente.No sabía que había pasado con las brujas, ni con el chico del pelo negro, y los echaba de menos.
Le hubiera gustado ir tras ellos, pero los bandidos robaron sus caballos, de modo que la carreta estaba inutilizada.Cuando recogió la última hoja del camino, se topó directamente con la carreta principal. Salem voló hacia su interior y se le escuchó rugir de alegría. Harry se adentró en el vehículo tras el y saludó a la persona sentada dentro, que le tendió su piedra curativa.
Los tres hicieron sus maletas con las escasas posesiones que conservaban y comenzaron a caminar hacia el sur. Phoebe acarició a Salem y sonrió.
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Kai se levantó bruscamente, tanto que se mareó al hacerlo. Le habían llamado. Su cuerpo no respondía y los monjes extraños tuvieron que sacarle a la fuerza.
A medida que se acercaba a la puerta su corazón se aceleraba en terror. El monje más alto abrió la puerta lentamente, esta emitiendo un leve crujido, y reveló
Nada. Absolutamente nada. Era una habitación del tamaño de una celda completamente vacía. Paredes y suelo desnudos, y repletos de sangre y arañazos. Ni un solo mueble.
Le empujaron dentro con poco tacto, y cuando la puerta se cerró y el se dió la vuelta, se percató de la existencia de alguien más en la sala.
Era otra monja, solo que todo en ella resultaba diferente a los sentidos.
Su traje no era blanco, sino dorado, y tenía algo grabado que Kai no podía reconocer. La poca piel que se veía bajo la túnica era muy pálida, y sin un solo pelo. No llevaba la capucha puesta y se veía un pelo largo y gris. Aún así no podía tener más de 30 años.
La mujer se sentó en el suelo, en invitó a Kai a hacer lo mismo, que obedeció.
-¿Q, que es esto?
-Solo papeleo. Nada de lo que debas preocuparte. ¿Nombre?
-Kai- Dijo estúpidamente- No me parece que esto sea papeleo.
-Kai... ¿Que más?- Kai se encogió de hombros- De acuerdo. Vamos a jugar a un par de juegos, nada que no te vaya a gustar, y luego, responderás a mis preguntas correctamente.
Kai miró a la mujer con el ceño ligeramente fruncido, y ella apretó los labios.
-No creo que comprendas que este juego no es optativo.
Kai gritó.
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Salem (CANCELADA)
FantasyEl carruaje frenó en seco, revelando ante ellos lo que en su momento fue una ciudad gloriosa, ahora consumida por las llamas. Se sentía el miedo en el aire, fundiéndose con el humo Capítulo nuevo cada Viernes