《La Gran Noticia》

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Era temprano, no más de las 10 de la mañana podría decir Vegetta; miró la hora en su teléfono, las 09:45.
La verdad es que el solía levantarse casi 2 horas antes de la hora actual, solía.

Desde que empezó a salir con Rubén todo había cambiado, ya no se levantaba tan temprano, quería disfrutar algo de tiempo extra mientras abrazaba al su novio por la mañana; hacía las tareas de forma más calmada y sin tanta prisa incluso se iba a dormir algo más tarde.

Con el castaño pasaba todo lo contrario, a pesar de que su naturaleza perezosa y relajada seguía ahí ahora se levantaba algo más temprano, intentaba hacer las tareas más deprisa y se acostaba pronto. Todo gracias a su novio maniático del orden y con prisas para todo.

Pero que digo, ¿Novio? No no de eso nada, ya hay que olvidarse, nada de novio, prometido. ¡ESTAN PROMETIDOS! Increíble, ¿verdad? Ellos mismos apenas se lo creen.

Pero volviendo al tema principal, que es lo que nos interesa.

Ni siquiera eran las 10 de la mañana, y sorprendentemente el de pelo oscuro no quería salir de la cama, por lo que dejó su teléfono en la mesita auxiliar a su lado de la cama y se dio la vuelta abrazando a su, ahora, prometido.

-Te quiero- Dijo mientras depositaba un beso en la frente del otro y se acercaba un poco más para seguir dándose mimos.

-Veg...- Gruñó el más joven.

-No no chiki lo siento, no quería despertarte shhh...shhh duérmete otra vez- Dijo casi susurrando a pesar de ser los únicos allí sin contar a los animales, claro está.

-Pero ya estoy despierto...- Dijo mientras soltaba un bostezo y enterraba la cara en el cuello del morado.

-Súper despierto, claro que sí- Soltó una pequeña risa y empezó a acariciar el pelo del otro, mientras que con la otra mano le hacía caricias en la espalda, intentando que se durmiera de nuevo.

-Veg...-

-¿Hmm?-

-Hoy no hay nada que hacer, ¿verdad?- Preguntó el castaño, la verdad es que hoy no se sentía dispuesto a levantarse de la cama, estaba demasiado cómodo justo donde estaba.

-No, ¿Por qué?, ¿Acaso te quieres quedar en la cama todo el día?- Rió suavemente. -Me parece bien quedarnos aquí un rato más si es lo que propones-

-Sí, aunque tampoco te iba a soltar y dejar que te fueras de la cama así como si nada- Dijo mientras le dejaba un beso en el hombro, zona donde tenía puesta la cabeza.

-¿No tienes pensado dejarme ir?-

-No. Mi novio, en mi cama, haciéndome mimitos y durmiendo todo el día conmigo. Es un plan cojonudo-

-Rubén.-

-Es un plan bastante guapo, ¿mejor así, su majestad?-

-Sí, y ya no soy tu novio, soy tu prometido, tontito- No pudo contener una sonrisa y una risa suave al decir eso último, su prometido, fua macho, como pasa el tiempo.

-Mi prometido, todavía mejor- Sonrió.

Y es que, ¿como no hacerlo? Cuándo la persona que más amas te está prometiendo quedarse a tu lado hasta el fin de sus días.

Y, efectivamente, así pasaron toda la mañana y algo de la tarde también.
Ya después, bien entrada la tarde, casi acabada más bien, al castaño se le encendió la bombilla.

-Oye, ¿no deberíamos avisar de la gran noticia a los demás?-

-¿Gran noticia?-

-¡Nuestra boda, pedazo de bobo!-

¿Como no había caído en eso antes? Samuel, estás empana'o, se dijo a si mismo mentalmente. -Me cago en la leche es verdad-

-A ver, es un poco tarde para reunirlos a todos ahora, ¿no? Digo, por que son las...- Hizo una pausa para mirar la hora en el teléfono. - Las nueve menos diez de la noche...(20:50)-

-Jo'e macho ¿ya es tan tarde? Si el día ha sido súper corto-

-Hombre si nos hemos pasado el día en la cama abrazados es normal, pero si que es verdad que es tarde... ¿Qué hacemos?-

-No tiene por que ser hoy y ahora mismo, podemos esperar a mañana- Dijo el azabache -¡Mejor aún! Podemos escribir las invitaciones y mañana por la mañana temprano las enviamos por correo, seguro les llegan antes de media tarde y podemos reunirnos con ellos para cenar al final-

-Que listo es mi marido coño- Soltó el castaño a la par que se lanzaba encima del morado para llenarlo de besos por todas partes.

[Timeskip pq me estoy rebanando el cerebro para enlazar una escena y otra y no me la la neurona que tengo, un beso en el siempre sucio guapxs]

-¿Cómo, cómo?- El peli-gris estaba sin palabras.

-¿Que el calvo tóxico qué?- Las llamas de color miel de su pelo crepitaban con emoción.

-Ala, ala tú, tú, tú- Cierto fan de Star Wars decía.

-¡Illo que fuerte...! Esto lo tiene que saber miniña, seguro le hace ilusión- Pelirrojo a la vista.

-¡LA HOSTIA!- ¿Quién dijo que los búhos hablaran bien?

-¡Ay el Rubiu'!, ¡AY EL RUBIU'!- Por mucho que se quitara y colocara en su sitio las gafas con emoción la carta decía lo mismo.

-Oh, my, god...it's finally happening- Incluso aunque se quitara el pelo de la cara seguía flipandolo.

Y, es que, a nuestros amados héroes la noticia les llegó con una carta que decía lo siguiente:

¡¡VEGETTA Y YO NOS SEPARAMOS!!

Mentira, mentira, pero ya que tenemos tú atención queremos decirte que muchas gracias por estar siempre ahí soportando lo insoportable, te mereces un descanso, y por eso:

¡Quedas oficialmente invitado a nuestra boda!

Esta noche también estás invitado a cenar en la isla flotante de Vegetta, para hablar del tema y pasar un buen rato todos juntos.

Fdo:

-Veg & Rub
<3

Y así fue como quedaron impresionadamente felices por sus amigos, impresionados, porque sus amigos se iban a casar por fin y tremendamente felices porque ¡¡sus amigos se iban a casar!!

La noche pasó entre risas y preguntas de cómo pasó, de quien fue la idea primero y de Luzu fardando todo el rato sobre que el lo sabía primero antes que nadie.

Rubegetta Week [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora