Capítulo 6: El sueño

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Oscuridad y silencio. Son aspectos que hace uno sentirse con miedo y solitario. No puedes ver nada a tu alrededor. Caminas y caminas, pero lo único que encuentras es el mismo escenario negro. Y el silencio, aquel sonido vacío que te da la sensación de que no hay nadie más, solo tú en el enorme y profundo espacio. Fue así como empezó el sueño.

Un ángel estaba en medio de ese espacio, flotando sin destino. Cuando decidió que estaba cansado de estar en lo mismo, movió su mano y quiso que existiera algo más. Lo que logro fue que estallarán miles cosas brillantes y que su espacio empezara a llenarse. No satisfecho, dio la orden de que los objetos tengan formas diferentes para que no sean repetitivos. Los objetos hicieron caso y tomaron la forma de la imaginación del ángel. Empezó a aumentar la cantidad y los diseños para que todo sea variado. Su espacio oscuro, ahora se volvió su universo. El poder que tenía le gustaba y quería ver los límites que este tenía.

Con el tiempo ya creado y el espacio ya desarrollado, los sucesos posteriores fueron de menos a más. El ángel notó que su poder era ilimitado y que no importa lo que imagine, ya que este puede volverse realidad. En su mente, "lo único que te limita es tu imaginación" pensó. Pero, se detuvo en medio de su creación para darse cuenta de que lo que creaba era todo inerte y no eran como él. Imaginó en su mente un objeto con una vida, un semejante a él que pudiera hacer las mismas acciones, omitiendo lo del poder.

Con sus dos manos concentró su poder para crear el semejante. Después de un esfuerzo mayor que el de crear los objetos, pudo crearlo. Era un ser parecido al ángel en aspectos físicos. Yacía con los ojos cerrados y flotando. El ángel le dio un toque a su cabeza y el ser se despertó. Hubo una reacción de confusión hasta que el ser miro al ángel. La sonrisa del ángel apaciguo al ser que estiró sus brazos para tocar su cara y sentir lo que era. De pronto, el ángel sintió un mareo y sus ojos se tornaron borrosos. Quería sentir la acaricias de las manos de su ser creado aún, pero poco a poco esa sensación se desvanecía. En una fracción de segundos, todo desapareció y lo único que vio el ángel era el cielo estrellado en la noche. Lucifer acababa de despertarse.

Desde tiempos pasados, Lucifer tuvo el privilegio de poder observar la creación de Dios a su lado. No había nada que no le gustase a Lucifer. Los astros, los planetas, los cuerpos celestes, entre cosas le fascinaban. En ocasiones, Lucifer podía entrar a los interiores para observar cómo eran, sin embargo, no dispuso el tiempo para todos. Es por ello por lo que decidió en un futuro terminar su objetivo. A parte de la observación, Lucifer recibió un don especial: fuerza divina. Esta fuerza le permitía mover los astros y los cuerpos del espacio para dar un orden. Él y Dios dieron la forma del universo y las posiciones actuales de toda materia. Asimismo, ambos determinaron usar fuerzas universales para mantener el universo en funcionamiento y no depender de Dios.

Lucifer le encantó el resultado de todo el trabajo hecho. Pero, aún faltaba más. Cuando menos lo esperaba, una niña apareció cerca de él. Era la primera vez que veía a alguien más. Ambos se quedaron mirándose por un rato. Lucifer se dio cuenta que se parecía mucho a él, salvo algunos detalles del rostro y del cuerpo. Estiró su mano para sentirla y ella hizo lo mismo. Una sensación nueva nació en Lucifer. La calidez y la suavidad se mezclaban. "Es como una estrella, aunque diferente" pensó Lucifer. Decidió preguntarle cómo se llamaba, pero la niña no supo responderle. Recordó entonces que debería explicarle con lentitud la situación en que ambos estaban. Le contó acerca de todo lo que había sucedido, tanto la creación como el universo. Al inicio, la niña no captó mucho lo que decía Lucifer por lo que él decidió explicarlo más lentamente. También le dijo acerca de Padre que fue quien la creó y que debió escucharlo. Ella negó diciendo que solo lo escuchó a él. Lucifer le pareció extraño que Padre no se manifestó. Con una voz de gran magnitud, lo llamó. No tardó mucho para que Dios le respondiese. Lucifer le preguntó por qué no le habló a la niña como lo hizo con él. Dios le dijo que quería ver la reacción de ella cuando vea a alguien similar. El resultado fue positivo ya que hubo una conexión entre ambos al instante. Una nueva relación nacía. Luego de aquello, Dios le otorgó un nombre a la niña.

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⏰ Última actualización: Dec 01, 2019 ⏰

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