Odette y Paolo © (J #1)

02 | Compañeros

Paolo

Después de que llamarán mi nombre, observe mi hoja.

Nombre: Paolo Rodríguez
Actividad: Tenis
Horarios del Gimnasio: Lunes a Viernes en horario de 10:00am a 12:00pm
Cabaña: Número 15
Compañeros: Odette González

“¡Una chica! ¡Están bromeando! No me voy a quedar con ella”.

Camino hacia donde se encuentra Doris, nuestra directora. Conforme me acercaba tirando de mi pesada maleta, observo que la chica Odette, la que practica gimnasia, ella ya se encuentra allí.

—Esto no puede ser —dijo mientras le mostraba su papeleta—. Mi padre pagó para que yo tuviese una cabaña propia.

—En eso estoy de acuerdo —hablo mientras me acerco—. De ninguna manera voy a compartir habitación con ella.

¡Yo! ¡Paolo Rodríguez! ¡Compartiendo algo! “Ja ja ja”, eso si sería divertido y digno de admirar.

—Ambos vengan conmigo —fue lo único que dijo, mientras tanto se dio la vuelta y empezó a caminar hacia las cabañas. La seguí de cerca y me di cuenta de que Odette nos seguía pero a regañadientes, ella también estaba molesta. Por supuesto, al venir a este lugar, no quería hacerlo, pero no tenía opción.

Cuando llegamos a una cabaña que esta bien alejada, la número quince. Ésta bien podría ser la cabaña de la gente de mantenimiento, su aspecto era un poco deplorable y se veía como si fuese a caer. Doris se paró, nos observó y sonrió.

Debo admitir, no me gusto nada esa sonrisa.

—Esta es su cabaña, jovencitos —habla señalando hacia ella.

—Pero...

—Pero...

Dijimos al mismo tiempo, Odette y yo, pero no pudimos terminar porque Doris nos interrumpió.

—Ésta es su cabaña, y si quieren pueden quedarse en ella ó pueden acampar afuera, es su decisión —dicho esto se retiró. Ni siquiera nos dio tiempo de protestar.

“Genial, tendré que compartir mi cabaña con la orgullosa de Odette”.

No la conocía personalmente pero tenía conocimiento de que era una chica "Perfecta", al menos eso creía ella.

Definitivamente él único perfecto soy yo.

Tomo mi maleta y cargo hasta la puerta, giro el picaporte de la puerta. Entro primero así que puedo observar que es una cabaña con una habitación de dos camas y un baño. Estaba decente en comparación con el exterior.

—Esto va a ser divertido —digo volteando a ver a Odette, quien estaba indecisa si entrar o no.

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