I'M SORRY ( I Don't Want You... I Love You)- Larry Stylinson

Capítulo XI.

Louis había rogado para no enfermarse pero sus súplicas fueron en vano.

Eran a penas las seis de la mañana y el se levantó para poder ir al baño cuando sintió un terrible dolor de cabeza, le dolía el cuerpo y tenía fiebre. Haciendo sus necesidades personales salió del baño volviendo a acostarse y cubrirse con la sábana, el rizado estaba abrazando una almohada y dio gracias por no haberlo despertarlo.

Quizo volverse a dormir pero se levantó rapido cuando sintió arcadas. Fue al baño y vómito para después cepillarse los dientes y lavarse la cara. Su nariz estaba irritada, sus ojos estaban rojos y seguía teniendo fiebre. Estornudando salió de el baño y vio al rizado todavía dormido. Se dirigió con pasos lentos hasta donde se encontraba su celular y busco una farmacia cerca. Necesitaba unos pañuelos urgentemente.

Como tenía puesto un pans y llevaba suéter, bajo por el ascensor y salió del hotel caminando unas cuadras y comprar lo que utilizaba. Decidió que había sido una mala idea cuando empezó sentir mucho frío y el dolor de cabeza empeoraba. Volvió al hotel con los pañuelos y subió al cuarto. Esperaba que se le quitara con algún té o no sabría que hacer. Entró al cuarto encontrándose con el rizado que estaba hablando por teléfono.

"¿Dónde estabas?" pregunto cuando vio al ojiazul entrar a la habitación. Colgó la llamada y vió la bolsa que cargaba el ojiazul. "¿Estas bien?" pregunto acercándose al ojiazul y tocando su frente. "Joder, tienes fiebre."

"No es nada." respondió el ojiazul estornudando en un pañuelo. "Estaré bien."

El ojiverde negó y rápidamente agarro el teléfono de la habitación. "Quiero que me traigan el desayuno y té de manzanilla por favor." dijo y colgó el teléfono. "Ven, no deberías de haberte levantado."

Guió al ojiazul hasta la cama y lo sentó en ella. "Estoy bien." dijo el ojiazul quitándose las vans y quedándose en calcetines. Gateo hasta el centro de la cama y se acostó siendo cubierto con varias sábanas por parte del rizado.

"Iré a traer el desayuno." dijo el ojiverde cuando tocaron la puerta.

Se había despertado y no había encontrado al ojiazul aun lado de él. Había marcado para saber si habían visto a su esposo y le habían contestado que había salido a caminar. Cuando el ojiazul había entrado y lo había mirado se dio cuenta que sus ojos se veían rojos y su nariz estaba un poco irritada.

"Gracias." dijo al joven y metiendo el carrito con el desayuno hasta donde se encontraba el castaño. "Ten, tómate este té. No puedo darte ninguna pastilla por tu situación." explico el ojiverde mientras le pasaba el té al ojiazul.

"Gracias." contestó bebiendo el té y sintiendo el liquido caliente pero muy satisfactorio. "Tenías razón. Si hubiera caminado más rápido no me hubiera enfermado."

Louis terminó de tomarse el té y dejó la taza en la mesita de noche mientras el rizado le pasaba un pan tostado con mermelada. "No gracias." dijo el ojiazul. "Eso ayer me hizo vomitar y no quiero pararme de la cama."

El rizado asintió así que le dio una mordida al pan. "Entonces que quieres desayunar?" pregunto sentándose en la cama.

"No tengo hambre." agarro otro pañuelo y estornudo en el. Odiaba estar enfermo.

"Duerme un rato entonces." le cubrió con la sábana y vio como los ojos azules de Louis se iban cerrando.

Lo dejo dormir y dejo el carrito ahí. Sabía que si intentaba sacarlo, el ojiazul se despertaría y no quería eso. Louis se veía muy mal, y todavía tenía mucha fiebre cuando se acerco a tocar su frente.

Salió y agarró su portátil para poder terminar algo de trabajo mientras que el ojiazul dormía. Ya más tarde encargaría comida especialmente para él ojiazul. Tenía muchos asuntos que necesitaba atender y también estaba el problema de que la próxima colección de joyas saldría en dos meses y todavía no empezaban a promocionarlas. A parte de que Liam aún no encontraba modelos para ellas.