¿Qué eres?\\Beastars //cancelada

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Ver a aquellos dos besándose fue un duro golpe para el lobo, ya que no pensó jamás que la hembra que intentó matarlo, y posible razón de tantas muertes a carnívoros, sería la pareja de Gouhin.

Es cierto que el panda apenas hablaba de su vida privada, pero lo que sabía era que se separó de su mujer e hijos para no ponerlos en peligro.

Se encontraba de vuelta en el cuarto de entrenamiento, era el único lugar donde se podía "aislar" y fingir que no vio nada, ya no estaba sentado de rodillas como comúnmente hacia, estaba sentadi de piernas cruzadas, no se podía meter en la vida privada del panda pero pensó en sus amigos carnívoros así que debía parar a aquella hembra a como de lugar.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos toques en la puerta, Legoshi se levantó y fue a abrir encontrándose con Gouhin.

-Es suficiente por hoy, será mejor que vayas a tu escuela- dijo con una voz un poco más ronca de lo usual, obviamente el lobo se dio cuenta de eso.

-¿Ocurrio algo?- tenia mucha curiosidad, ¿para que negarlo?

-No- el panda se dio media vuelta y caminó hasta la sala donde tomó asiento en uno de los sillones.

El lobo sabía que era de "mala educación" indigar demasiado en un solo tema pero su naturaleza de decir siempre lo que pensaba le invadió por primera vez.

-Entonces...¿por qué hay un olor distinto al que suele haber? ¿Vino alguien preguntaba mientras se sentaba delante de Gouhin y tenía sus orejas tiesas atento a la escucha.

El pobre panda suspiró, no tenía fuerza para negarlo.

-Ha venido una antigua amiga es todo-

Ambos se quedaron en silencio, era un silencio un tanto incómodo por lo que Legoshi se marchó, obviamente despidiéndose, mientras volvía a la escuela decidió dejar el tema de lado, ya que no le convenía.

Además haru había sido secuestrada así que tenía que hacer todo lo posible para rescatarla aún así era por sus propios medios.

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Leer hasta el capítulo 51
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Un nuevo miembro había sido seleccionado por el sishigumi esa misma noche, que resultó ser un herbívoro y un estudiante, la mitad del clan dudaba en si debían dejarle estar en el rango tan alto, otros ponían su completa confianza.

Pero no solo tendrían aquel cambio, tendrían que lidiar con una hembra en concreto debido al cambio tan repentino.

Mientras todos cenaban y algunos observaban expectamentes a Louis mientras comía carne, pudieron percibir la llegada de Mariposa, que en ese mismo instante andaba por los pasillos del clan.

Todos pusieron mirada de terror y sin saber que hacer escondieron al ciervo antes de que ella apareciera, casi les pillaba por los pelos.

-Bueeeeeenas nocheeeeeees- dijo con una voz un tanto infantil mientras abría la puerta corredera.

-Bu Buenas noches Mariposa, ¿cómo usted por aquí?- Ibuki estaba un tanto nervioso, es cierto que la chica les caía bien, era solo que...aquella chica podía dar miedo en un abrir y cerrar de ojos, y eso ellos no lo querían.

-¿Que te dije León tontito? Tuteame- decía con cierta risa, pero su vista no pudo evitar fijarse en el plato con parte de la carne comida, ladeo la cabeza-¿Quién es el invitado?-

Todos los leones tragaron duro y se miraron entre ellos sin saber que decir.

-Vaya vaya...di en el clavo- sin previo aviso fue directa hacia el lugar donde anteriormente habían escondido a Louis, abriendo y mirando a este con cierta diversión que obviamente era ocultada por su máscara de conejo.

-Mariposa podemos explic...- dijo uno de los leones con cierto miedo pero no pudo terminar de hablar debido a que la fémina le interrumpió.

-¿Tú no eres el que peleó con el lobo?- le agarró del brazo y lo sacó del escondite. Para luego dar vueltas a su alrededor mirándole detenidamente.

Louis no sabía si estaba asustado, relajado, feliz, triste o que, pero aquella hembra llamada Mariposa según los leones, le llamó bastante la atención y quería saber más sobre ella, si, eso decidió en apenas seis segundos.

Luego de que el Sishigumi le explicara todo a Mariposa y ver su reacción tranquila y feliz todos se relajaron, aunque Louis apenas dijo palabra, ya que se sentía intimidado por la hembra de aspecto extraño. Así que mientras todos estaban riendo y divirtiéndose el ciervo se atrevió a preguntar.

-¿Qué eres?- dos palabras que salieron de la boca de Louis que hicieron que todo parara en cuestión de un par de segundos.

La hembra que se encontraba al otro extremo dejó de hacer lo que estaba haciendo y se levantó, para ir hacia él por el medio de todos, los platos y todo tipo de objetos fueron retirados, así que no hubo problema en que caminara por ahí.

-Estaba esperando a que me lo preguntaras Louis- con un rápido movimiento se sentó en las piernas de este.-¿Qué crees que soy?-

-No lo sé, por eso te lo pregunto-dijo con su típico tono arrogante, se puso nervioso en cuanto Mariposa se sentó encima de él, pero lo ocultó.

Se acercó a la oreja de este y susurro lo suficientemente fuerte para que sólo él la oyera.

-Soy...la que obtiene todo lo que quiere...tu peor pesadilla...intenta investigar sobre mi... y acabarás muerto en mis manos- agarró las manos de él y las metió por debajo de su máscara para que tocara su rostro y viera que era sumamente extraño.

Algo despertó en él y era la curiosidad, Mariposa quería saber hasta donde llegaría aquel ciervo rojo, empezando su juego...de nuevo.