Capítulo 7

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Tras un rato esperando, abrió la puerta y entró con un muy tímido hombre de pelo castaño, ojos marrones más una cicatriz en el mentón. Antes de empezar a hablar, le miró a ella, quien no paraba de sonreír al ver que no se atrevía a decir palabra.

- Habla Han, no muerden- contestó mi madre, a lo que mi padre sonrió.

- Ho-Ho-Hola, so-so-soy Han Solo, encantado de conocerles... ¿reyes?...- mi padre estaba muy nervioso y se notaba demasiado.

Al escuchar su pregunta, mis abuelos de parte de madre se empezaron a reír junto a mi tío Luke, quien decidió presentarse.

- Luke Skywalker, encantado Han Solo- dijo sonriente.

Le ofreció la mano a mi padre, quien la estrechó encantado y se le fue quitando el miedo.

- Han Solo ¿eh? Hijo de Marie y Erick Solo más hermano de Isabella y Gokar Solo- contestó mi abuelo, a lo que mi padre se quedó mudo y mi madre se quejó.

- Papá...- susurró.

- Eh... Sí, soy... soy yo, Han Solo, encantado rey- respondió intentando arrodillarse, cosa que no había hecho nunca.

- Se dice majestad Han, no rey- se rió levemente-. Pero bueno, ya te enseñaré cómo arrodillarte- sonrió.

- Oh, pues... Me encantaría nuestra majestad, sería... sería todo un honor- tartamudeó, se notaba que no tenía ni idea de ese mundo con tan solo escuchar...

- "Nuestra majestad" no Han, mi majestad- hizo una pausa antes de empezar a reírse.

- Oh, eh... Pues... ¡Mi majestad! Perdonen...- se disculpó papá.

Al ver lo buen chico que era, Padmé se acercó a él y le agarró el abrigo.

- ¿Quieres colgarlo?- preguntó.

- Oh, no, no quiero ser una molestia, puedo llevarla en la mano si desea...- contestó miedoso.

- ¡Jajajajaja! Dame el abrigo anda- respondió mi abuela agarrándole el abrigo y colocándolo en la percha.

- Su... Su casa es muy rica majestad...- contestó anonadado.

- ¿Rica? ¿la has probado? ¿a qué sabe?- se empezó a reír.

A mi padre no le gustó nada, se sintió tonto y menos que los demás, cosa que mi madre notó.

- Tranquilo Han, es como yo en tu casa, ¡no sabía qué decir!- exclamó sabiendo que no era verdad, pero con tal de alegrarle mintió.

- Oh, pues... sí, tienes razón, perdón...- mi padre siempre se disculpaba por todo, y lo seguirá haciendo el resto de su vida... Ay...

- ¡Nada hombre! ¡jajajajajajaja!- exclamaron.

Durante el rato que estuvo, rieron, comieron, preguntaron, respondieron preguntas de los demás y a la hora...

- Bueno, me tengo que ir- dijo él.

- ¡Por qué Han! ¡quédate!- exclamó mi madre, quien nunca quiso ni querrá verle marchar.

- Mamá me ha dicho que a las ocho en casa, y son las siete y media, justo lo que tardo en llegar- contestó.

Se sorprendieron al ver lo obediente y puntual que era, algo muy bueno.

- Oh, genial, pues...- mamá fue interrumpida por...

- Un placer conocerte Han, vuelve cuando quieras- contestó Anakin.

- Lo mismo digo- respondió Padmé.

- Bueno, ¡claramente sabes mi respuesta!- se rió mi tío.

Papá se quedó boquiabierto al ver que les había caído bien, y tras un beso inesperado de su amada con una despedida dolorosa pero feliz, salió del palacio muy tranquilo nada más agarrar su chaqueta.

- Es un pan, tenías razón Leia, es perfecto para ti mi niña- comentó mi abuela.

- ¡Gracias mamá! ¡gracias a todos! ¡este bebé es lo mejor que nos ha pasado en nuestras vidas y todavía no ha nacido!- exclamó mamá acariciándose el estómago.

- Va a ser una mezcla preciosa hermanita- contestó Luke.

- Y tanto, ¡vaya padres más guapos tiene la criatura!- exclamó Anakin, ¡gracias abuelo!

- Sobretodo el padre, el padre esque enamora...- dijo mi madre embelesada con su imagen en la cabeza.

- Vaya hija tengo, el primero que ve y se enamora. ¡Jajaja!- exclamó Anakin.

"Te amo, ¿lo sabes?"- HanLeiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora