TRADUCCIÓN.
Vegeta es un Príncipe Saiyajin, pero a diferencia de otros miembros reales de su raza, es extremadamente único. Es por eso que en tiempos donde despierta su calor, el saiyan dentro de Goku no tardará en percibirlo. ¿Qué será de ellos?
Gé...
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Goku miró alrededor del pequeño planeta y sonrió un poco; era como su segundo hogar. Uno en el que preferiría estar más que en su propia casa, al parecer. Si sus hijos pudieran venir a visitarlo, no sería malo en absoluto. Miró a su alrededor por un momento antes de entrar en la pequeña casa, dándose cuenta de que no había nadie. Goku pensó que eso era realmente extraño, especialmente porque Kaio-Sama no iba a ninguna parte, excepto si conducía su automóvil por su pequeño mundo. Como si fuera una señal, oyó el freno fuera de la casa y salió a ver a su viejo maestro sonriendo.
—¡Hola! Mucho tiempo sin verte. —Él dijo sonriendo.
El mayor casi saltó cuando vio a Goku parado allí. Segundos después trataba de recuperar el aliento por la sorpresa.
—Por favor... no me digas que... estás muerto —dijo mientras posaba sus manos sobre sus rodillas.
Goku se ríe y le niega con la cabeza. —No, Kaio-Sama, todavía estoy vivo. Solo vine aquí para obtener algunas respuestas. —Goku podía ver que estaba confundido sobre por qué vino a él— No sé lo que está pasando conmigo. Bueno, esto realmente ha estado sucediendo durante mucho tiempo, pero nadie me lo puede explicar... esperaba que...-
—¡Solo escúpelo ya, Goku! —Se dio cuenta de que el Saiyajin estaba muy nervioso y confundido acerca de lo que estaba a punto de preguntarle. Solo esperaba tener las respuestas que estaba buscando.
—Bueno... he estado teniendo unos sueños... y son... sobre Vegeta... —Le dice a la deidad, mientras aparta la vista de él, no queriendo ver realmente cómo era su rostro— Han estado sucediendo desde que tengo memoria, pero hace mucho tiempo no tenía idea de quién era. Así que pensé que tal vez era un nuevo oponente al que se suponía que debía enfrentarme. Pero últimamente he estado recibiendo más gráficos y... no sé cómo decirlo. También la otra noche. Tuve este tipo de impulso de ir a verlo. Así que lo hice, terminamos quedándonos en la misma cama juntos y eso se sintió bien. Se sentía como lo más correcto del mundo estar junto a él. Esa noche... estoy casi seguro de que tuvimos el mismo sueño. ¿Qué está pasando aquí, Kaio-Sama? —Goku le preguntó. Cuando terminó con su historia, sintió que soltaba un suspiro al que no sabía que estaba aferrado. Finalmente, tuvo el coraje de mirar a la pequeña deidad, pero lo que lo sorprendió fue la expresión de confusión en su rostro.
—Uhm... —Él miró al suelo— Podría decirte, Goku. Pero no estoy seguro de si me creerías. Creo que necesitas escucharlo de otra persona... ¡Baba! ¡Sé que estás por aquí, ven! —Goku miró a su alrededor y, efectivamente, la vieja adivina estaba montando su pelota hacia ellos mientras hablaban.
—Sabes que Emma-Daio no aprobaría eso. —Ella le dijo aquello con una voz algo relajante.
—Sí, sí, lo sé. Pero esto parece una cuestión de importancia, Así que yo lo estoy permitiendo —Dijo mientras miraba entre ella y Goku—. Sería mucho más fácil ocultarlo y lo sabes —La adivina pone los ojos en blanco y suspira.
