Capitulo VIII.
Una semana, una semana la cual no nos veremos, una semana la cual se supone que descansaré y no iré con el único propósito al colegio de verte, ¿tanto así es? Te seré sincero, la verdad que no pero eso no quita que aún te pienso. Mediante esta semana de aburrimiento de por cierto, se suponía que nos íbamos a ver pero no se logró por razones que no se pueden detallar pero esa parte no importa, lo que sí hice en esta semana de aburrimiento fue comenzar a analizar desde el principio hasta ahora.
Un análisis el cual me provocó bajas y altas, pensar que he hecho tanto para recibir tan poco pero hay veces que ese poco que he recibido me ha puesto tan contento que es una balanza no determinada y una respuesta al cien por ciento, pero sí controlé mi lado emocional y llegué a preguntarme muchas veces así detallando todo con realidad, ¿valía la pena seguir? El fin se acercaba, eso lo sabía porque tú pronto... No quiero pensar en eso, porque debo ser optimista por alguna vez en mi vida y debo pensar para aprovechar el tiempo y poder estar feliz conmigo mismo y que tú también lo estés sabiendo que yo siempre quise eso para ti. Estaba tan tranquilo yo utilizando mi celular y la misma pregunta iba y venía, ¿valía la pena seguir? No quería responderme, pues podría ser decaído mi pensamiento racional y quería hacerme el ciego en ese aspecto, pero el saber de que no todo se centraba en ti abundaba más esa pregunta, así es, tampoco tenía mi vida y mi meta pendiente a ti, tenía otras cosas en mente como mi futuro y todo ese tipo de cosas pero también tenía en mente otras personas, esas personas que hablaba tan fluido y salía tan bien, esas personas muchas veces me hicieron olvidar mi objetivo contigo aunque era por minutos, no quiero ser desleal, quiero seguir con el objetivo pero ayúdame también, por favor, y ahí terminé de usar mi celular, conecté este para dejarlo en el suelo y cerré mis ojos volteándome hacia un lado para más comodidad a la hora de dormir como acostumbro hacerlo, sin antes hacer un repaso de todo y en ese repaso siempre estás tú, no como un punto tan principal pero sí lo estás.
