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Riley ya estaba preparada para ir al concierto, le quedaba cerca de casa así que se fué andando. No estaba tan nerviosa como la primera vez. Finn y ella habían estado haciendo videollamadas y hablando cada día. Le gustaba que no hablasen del beso muy seriamente, para ambos fué importante pero no querían determinar lo que significó.

Llegó a la entrada del local, había una larga cola de fans. Riley sacó el móvil y llamó a Finn.

- ¿Has llegado? - dijo el chico antes que ella pudiese decir nada.

- Si, estoy en la cola.

- Ve hacia la entrada y dile al hombre que hay que me conoces.

- Finn, tú sabes que tengo ansiedad social y que me cuesta hablar con la gente ¿VERDAD?

- Ay, ya salgo yo.

Al cabo de unos segundos, pudo ver como un chico con el pelo rizado y unas gafas que le cubrían la mitad de la cara se dejaba ver detrás de la puerta de cristal.

- Corre, pasa por aquí. - dijo bajito, evitando llamar la atención. Riley entró y marcharon juntos al Backstage, como la última vez.

- ¿Cómo estás? - preguntó Finn una vez ya estaban dentro.

- Bastante bien. - ella miró a su alrededor, pero cuando acabó de analizar la habitación centró su atención en el chico.

- Por fin estamos a solas... Y en persona. - respondió.

- ¿Dónde están los otros?

- Les he dicho que habías llegado y se han ido.

- Maldita Ayla. - rió Riley.

- ¿Entonces?

- ¿Entonces qué?

- Mmmmmm

- Para de hacer cosas que no entiendo. - los dos estaban sentados en uno de los sofás de la sala. Tenían las piernas entrelazadas y se miraban mutuamente. Finn medio sonrió mientras negaba con la cabeza. Entonces se acercó a ella y la besó colocando sus manos en sus mejillas, después ella hizo lo mismo.

- HEY FINN QUE TAL CON RILEY- - en ese momento entró Ayla, que al verlos se quedó quieta con los ojos como platos.

- Imma head out. - dijo retrocediendo rapidamente. Finn y Riley volvieron a mirarse con incomodidad hasta que acabaron riéndose de la situación.

- Pobre Ayla. - la chica se daba golpecitos en la frente con la palma de su mano.

- Ya se acostumbrará. - Finn reía.

- ¿Entonces esto ya es una costumbre?

- Podríamos... Considerarlo así. - sonrió maliciosamente pero al segundo volvió a reirse.

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