¿Celos?

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Después de la conversación que tuve con Clara sobre los chicos, el amor etc... la verdad que todo fue bastante mejor.

Había decidido no obsesionarme con Adrián, todavía era pronto para haberme enamorado y seguramente fuera un capricho temporaneo o algo así. Si, la verdad es que algo había aunque todavía no le pudiera poner nombre pero el caso es que decidí dejarlo, había sido un flus pasajero y quedaba todo el verano por delante. Además que Adrián no era el único chico.
Nota mental: averiguar quien es Luis, el chico del que me ha hablado Clara.

Bueno como os iba diciendo, la tarde siguió bien.

-Bueno chicas y, ¿Qué habeís hecho esta tarde?-, preguntó Juan.

Juan era uno de los mejores amigos de Adrián, un chico muy majo, normalillo en cuanto al físico y sobretodo maduro, que es una cosa que les falta a los tíos de hoy en día, la madurez.

-Pues aquí pim pam de compras de un lado al otro lado-, respondió Sam mientras miraba el móvil.

-¿Lo pasasteís bien?-, le preguntó Adrián a María.

A ver, en verdad nos lo preguntó a todas pero miro a María. Vale, no me iba a obsesionar. Adrián caca.

-Si no nos gustara ir de compras no hubieramos ido-, le respondió Sam disimulando una cara de desprecio.

Puta ama Sam.

Durante toda la tarde se dió el mismo panorama: Clara, Sam y yo hablando de diversos temas; chicos, gilipolleces varias etc, la mayoría de las veces nos descojonabamos criticando a diversos ex y tal.

Por otro lado, Judith y Annie hablando de sus cosas ¡Que bien habían empatizado estas chicas!

Y bueno, María a veces hablaba con nosotras, a veces (la mayoría con Judith y Annie) y otras con los tíos.

Adrián, por supuesto tonteaba con María, a ver no era un tonteo excesivo pero bueno,  a veces la cogía y esas cosas.

¿Celos? No por favor, que quedaba todo el verano por delante y si se liaban o algo no lo iba a poder soportar.

¿Me gustaba Adrián? Pero, no, eso era imposible apenas le conocía. Como explicaros, había algo en el, que desde el primer momento en que hable con el me había atraído, su forma de hablar o quizás su forma de ser conmigo, no sé. No creo que estuviese enamorada, aunque si tenía celos era por algo.

Lo dicho, no obsesionarme con Adrián.

Despues de una tarde por Roma de aquí para allá, para acá, cuando llegamos a la universidad estaba muerta.

Baje a cenar al comedor con María, Clara y Sam y nos sentamos en una mesa con el resto de chicas.
Nota: María no me cae mal, me cae bastante bien, quizás de las que mejor, es por si lo había parecido con el texto anterior o algo así. Es una tía 10. Lo que no me parece bien es lo que hace el señorito Adrián, jugar a 2 ( como poco) bandas a la vez.

Estabamos cenando y claramente como tema tipo de conversación entre chicas empezamos a hablar de los chicos de la universidad.

-Los tíos son unos cerdos, lo que a las tías nos falta de falda a ellos les falta de cerebro-, Clara en sus momentos de motivación cantando.

-Clara: corta corta-, dijo Sam haciendo el gesto de las tijeras.

-A ver no todos los tíos son mala gente, hay que saber encontrar el adecuado, eso si, todos los rubios y los italianos son mala gente-, dije con mi amplia experiencia con tíos. Nótese la ironía.

Seguimos hablando así durante toda la cena aunque a la media hora más tarde María y yo nos fuimos a nuestra habitación.

Después de desmaquillarnos y ponernos cómodas cada una, nos pusimos con nuestras respectivas tablets.

Y en un segundo se acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora