¡Mírame!

Capítulo 3

***NARRA DAVID***

¡AHHH! Cómo podrían dormir ustedes si su madre estaba llorando, una de las mujeres que tiene un lugar en tu corazón y la cual es la más importante en tu vida, bueno yo no podía conciliar el sueño, me fije el reloj y eran las 4 a.m. Necesitaba despejar mi mente, ya que con la escena que vi creo que hizo que mi sueño desapareciera por completo.

- Debería leer algo – me levanto de la cama y recojo uno de mi pequeño librero que se ubicaba sobre mi mesa de tareas.

¡NADA! No podía entender nada de lo que leía en mi mente se repetía una y otra vez esa escena, tengo el enojo acumulado en mi garganta, quería gritar y de esta manera poder desahogarme, así que decidí salir de casa a caminar un poco, me vestí con un deportivo cualquiera y salí de casa sin un rumbo determinado.

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Sin darme cuenta ya estaba caminando por la avenida que quedaba cerca a mi casa, no me pregunten el nombre porque soy pésimo recordando este tipo de cosas.

Yo no era ingenuo, sabía que había algo entre mis padres que mi madre por alguna razón no me dijo, pero ella no puede ocultar nada, es tan transparente, tan gentil, ella no sería capaz de hablar mal para otra persona, en especial para mi padre.

Caminé hasta que me fijé el reloj de muñeca, eran las 5 a.m. en qué momento había pasado tanto tiempo, 1 hora se fue al instante mientras intentaba despejar mi mente, sin embargo lo único que pude hacer es calmar mi enojo, no grité como esperaba, pero la suave brisa de viento que corría a esa hora era tan reconfortante, hasta que de pronto.

- ¡Hey! Dormilón – dijo una chica que se detuvo a mi lado, por cómo estaba vestida me di cuenta que ella salía a hacer ejercicio a esta hora.

- ¡Hola! – Fue lo único que pude decir, tal vez en otro día u en otro momento me hubiera mostrado más interesado en ella porque es una chica demasiado linda, pero en este momento por mi mente se procesaba lo que había sucedió hace 1 hora.

- Pfff qué despistada haha – la chica a mi lado me sonrió y no entendía el porqué, - Mi nombre es Nathalie un gusto...

- David... mi nombre es David – me di cuenta que no se presentamos ese día y como soy muy despistado en la universidad nunca antes me di cuenta de su existencia, extendí mi mano para hacer un apretón de manos.

- ¿Qué raro? – no entendí por qué dijo eso y ahora mostraba una expresión desconcertada – hace un momento me encontré con el chico del que 'no te burlaste¨ – hizo énfasis con sus dedos haciendo las orejitas de conejo – y ahora me encuentro contigo, no sabía que hacías ejercicio a estas horas.

No sé por qué pero con lo que dijo en mi rostro ya se dibujaba una sonrisa amplia, bueno sí sabía el por qué, pero me daba vergüenza admitirlo, no puedo creer que la vida es tan inesperada, hace unas horas esperaba por ella en la universidad y ahora me la encuentro de casualidad por acá trotando a estas hora, aunque me pareció raro que mencionara al otro chico, era la tercera vez que sé de él, pero al ver el rostro de la chica esperando por una respuesta dije:

- Bueno a estas horas no exactamente... pero sí practico un deporte – respondí.

- ¿A sí? – la chica respondió de inmediato poniendo ambas manos en sus caderas con los codos apuntando hacia afuera – y se puede saber ¿Cuál?

- Futbol – dije orgullosamente, yo era uno de los mejores jugadores de mi equipo y ya había ganado algunos campeonatos y muchas medallas.