Prólogo

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Era de noche, noche de luna llena, los copos caían coloreando el piso de blanco, el ambiente se sentía frío, más que helado.

Se abrazo a sí mismo buscando calor, tiritando de frío, su mirada fue hacia la persona que tenía a su lado.

Esa persona contemblaba la luna dándole la espalda, para romper el incómodo y frío silencio el ojiazul decidió hablar.

—Esta noche la luna está hermosa, alumbra en la oscuridad de la noche, más allá está el mar, te dije que algún día íbamos a ir juntos, ¿lo recuerdas, Sasuke? —

—...

—Teme...

—...

—Teme...

—...

—Teme—lo llamo otra vez pero no recibió ninguna respuesta, el pelinegro seguía mirando la luna sin voltear a verlo—¿...Sasuke?

—Lo siento Naruto... pero tengo un camino diferente al tuyo.

—¿Qué? ¿Qu-qué estas diciendo? N-no bromees—en su garganta se formó un nudo, y lo miró incrédulo, el pelinegro se dio la vuelta y dejo caer un objeto al lado del rubio.

El ojiazul dirigió su mirada al objeto quedando sorprendido, unas pequeñas lágrimas cayeron en el objeto, era una banda negra, muy importate y significativo para él, sonrió nostálgico, antes de hacer o decir algo el pelinegro empezó a caminar.

—No... No... Te-teme —camino hacia  el pelinegro tambaleándose, pero Sasuke caminaba dejándolo atrás— Espera... Espera... ¡No te vayas!—lo llamó, gritó pero el pelinegro nunca volteó , trato de alcanzarlo pero sus piernas le fallaron y calló al pisó de rodillas, bajo la mirada con los ojos cristalizados—¡Esto debe ser una broma! ... Dijiste...—el pelinegro paro su andar por unos segundos escuchando al rubio— Dijiste que los dos íbamos a estar juntos en esto ¡que íbamos a escapar juntos! que íbamos a estar juntos hasta el final...

—Lo siento Naruto.

—Teme...Sasuke...

El rubio  bajó la cabeza más que decepcionado, apretó los puños clavandose las uñas en sus palmas, no iba a rogarle más, no lo entendía, los dos tenían que estar juntos en esto, ¡el pelinegro lo prometió! ¿por qué? ¿Por qué ahora lo abandonaba?

Se sentía triste, decepcionado, no quería levantar la mirada, no quería ver como el moreno poco a poco se iba... dejándolo sólo.

El pelinegro caminaba dejando atrás al rubio, traía los pies descalzos, la nieve caía con más intensidad pero poco a él le importa el frío, ni siquiera lo sentía.

Lo único que sentía era un hueco en el pecho y un nudo en la garganta.

Caminó hasta llegar a la orilla del mar, se acercó lo suficiente para que el agua llegara a sus pies, cerró los ojos escuchando a las olas tranquilas del mar.

Era justo como le dijo el rubio, sin ser consiente una solitaria lágrima se deslizó por su mejilla.

Su tranquilidad terminó unos segundos después, cuando detrás de él un grupo de personas aparecieron de la nada.

—Hora de irnos—dijo uno de ellos, él solo asintió como respuesta, se acomodo los mechones de su frente que tapaban su vista, cuando se dio la vuelta hizo sonrojar a una chica del grupo.

La chica sonrojada le paso una túnica negra con nubes rojas, el traje oficial del grupo.

Cuando el pelinegro estaba apuntó de agarrarla una ráfaga de viento pasó , en el cielo los elicopteros volaban hacia una dirección, el pelinegro abrió los ojos enormemente, sus ojos negros se tornaron rojos como la sangre.

La chica que antes estaba sonrojada al verlo con esos ojos color sangre se asustó.

—Debemos irnos ¡rápido Konan! —del cuerpo de otra chica salió como un campo de fuerza, rodeando a todos.

—Mierda...¡Naruto!—gritó antes de ser teletransportado a otro lugar.





Sentía su cuerpo débil, el frío era insoportable, quería caer, rendirse, pero lo que más anhelaba era salir al fin de ese lugar, de ese horrible lugar.

Ráfagas de viento vinieron, y una luz lo sego, al abrir los ojos se encontró rodeado de elicopteros y personas apuntandolo con armas, su cuerpo se paralizó, no sabía que hacer, estaba rodeado, sin salida.

—¡¡Fuego!!

Su cuerpo cayó al frío piso lleno de nieve, al verlo caer, las personas se acercaron velozmente, el blondo solo cerró los ojos, esperando su destino.

~Que más da... ya estoy cansado, cansado de todo ésto ¿Cuál es la razón para seguir? ~

—Objetivo atrapado, número... —el soldado agarró la mano del rubio y observó el número que estaba sellado en su muñeca—Número 1010.

—Entendido. Encuentren a los otros, no pudieron haber llegado tan lejos.

—Sí, general.


Te sacaré de aquí, lo juró.
—¿En-en serio?... ¡Gracias! Gracias Sasuke ¡¡y-ya no aguantó más!! —con las manos en la cara rompió en llanto.

El pelinegro al escucharlo frunció el ceño, enfurecido golpeó esa maldita pared que le impedía abrazar al rubio.

"Siempre odie verte así, ahora no puedo hacer nada, ni siquiera puedo abrazarte, Naruto, haré que paguen cada una de tus lágrimas"

Años atrás...

Mutantes [Sasunaru] Cancelada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora