(...)
La noche había caído, la suave brisa golpeaba los cristales venideros del pueblo. Se escuchaba los grillos cantar y la luz de la luna alumbrar hasta el mínimo rincon de Karmaland, reflejándose en los lagos cercanos y haciendo hincapié a una chozita de madera cercana, donde la luz reflejaba a través de la cortina a un manojo de nervios ir de un lado a otro, buscando acomodar su ropa y la llaves de su casa para salir.
El híbrido estaba que se moría de los nervios por su cita con Vegetta. Era el evento más importante pues tras mucho tiempo de andar tras el finalmente tenía su oportunidad de oro. Uno que tal vez marcaría su futuro para bien o para mal.
Pero no queria pensar mucho en eso, deseaba y dejaría que las cosas fluyeran por cuenta propia, después de todo, eso caracterizaba al oso, su despreocupada sensatez ante las cosas venideras.Su caballo ya estaba a las espera para ir camino a la isla flotante de su cita. Miro algunas rosas al rededor y las comenzó a cortar, como siempre, dejando los detalles importantes al último.
No tardo mucho, una vez termino de cortar las flores y acomodarlas simétricamente sobre un empapelado brilloso de color morado, acompañado de una cajita de chocolates, subió a su caballo y siguió el camino para llegar con Vegetta.
Estaba tan seguro, entusiasmado, pero la presión sobre su pecho le hacian querer vomitar, estás seguro que era normal, estaba nervioso después de todo, pero su seguridad, la que tenía al invitarlo a salir, se había desvanecido por completo en el trayecto.
- No puedo -Mascullo, viendo a lo lejos que se acercaba a la bien iluminada isla de su amor platónico. Ahora sudaba como un puerco y no sabía realmente como proseguir con los nervios a flor de piel-No, Ruben, tienes que hacerlo-Se animo, golpeteando sus mejillas con ambas manos para despejar esas ideas absurdas de ser rechazado o visto como objeto de burla.
El caballo se detuvo en la entrada, acarició la melena antes de bajar y volvió a echarse un vistazo.
Estaba perfecto, o eso creía.
Subió esas escaleras hasta el elevador. Una vez arriba trato de arreglarse el cabello y tocó, no recibió respuesta y eso era obvio, estaba frente a una puerta que cubría una isla entera, claro que no lo iba a escuchar.
-Que tonto eres, Ruben -Se regaño. Saco de su bolsillo trasero el artefacto de comunicación y busco entre todos los héroes a Vegetta.
Intercambiaron un par de mensajes, solo avisando su llegada y el líder respondiendo un «Aguarda un segundo»
Así finalizó esa charla, por lo que volvió a guardar el objeto y darse un vistazo ¿Se notaba su nerviosismo? Claro que sí, sentía la garganta seca de tanto tragar saliva de forma constante, el papel de las flores estaba completamente arrugado por sus traviesos dedos y ni hablar de su cara, quería verse bien pero justo ahora no aguantaba esa fachada de "chico rudo".
Finalmente escuchó esa puerta de mecanismos raros abrirse. Enderezó su espalda al instante y sostuvo el ramo y la caja, casi pegándolos a la puerta para que el azabache fuera lo primero que recibiera y no a el, haciendo el ridículo como si fuera la primera cita romántica que tenía.
Oh espera, si lo era.
-¿Rubén? -La voz asimismada del líder hizo que bajara un poco el ramo, no pudo evitar sentir su corazón latir con fuerza al verlo y la bonita ropa que adornaba su cuerpo.
Unos pantalones morados ajustados, una camisa negra ligeramente transparentosa y una chaqueta blanca.Le hacía justicia a las belleza del portador de tan grandes ojos.
La suave risa que soltó el de menor estatura lo despertó de su ensoñamiento «concéntrate» pensó, antes de siquiera ver qué el azabache salía directo a el.
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REVERSE |REMAKE 2024|
FanfictionFINALIZADO «Eres como el, tienes sus mismos ojos» ¿Qué tan lejos puedes llegar por el amor de alguien perdido en el tiempo? Dónde sus únicos estragos de existencia son dolencias de rostros parecidos en el basto y extraño universo. «Pero no el mismo...