One: Jealous

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Yuta observaba estoicamente hacia la gran mesa en el centro de la cafetería, que parecía brillar más que cualquier otra por alguna razón.

Y no es de extrañar, la gema en bruto de la secundaria estaba sentado ahí, con su rebelde melena rubia y expresión engreida. Sonreía burlonamente en dirección a Irene, quien sólo se limitaba a caminar abrazando más su libro de fisica.

La celebridad que rondaba por los pasillos, encantaba a todos con simples guiños y parecía cegar al mismísimo sol con su brillo no era nada más que una triste mentira.

— ¿Crees que puedas ayudarme con matemáticas?

Irene había tomado asiento a su lado, ocultando su rostro tras una larga cortina de cabello negro. —Puedo hacerlo mañana por la tarde, hoy planeo atentar contra el sistema.

— ¿Sufres delirios de grandeza, Yuta?

La sonrisa amplia de Irene dejó ver la notoria imperfección de sus dientes, aquello por lo que Sicheng la había marcado como centro de sus burlas.

Sicheng pequeño tonto, pensó distraídamente.

—Sólo quiero provocar a su majestad ¿Sabés? Él se equivoca, tu sonrisa es realmente hermosa.

La chica negó rápidamente, viendo de reojo hacia Sicheng, quien no parecía prestar atención a las chicas que lo rodeaban, miraba fijamente hacia Yuta.

—A él le gustas.

— ¿Perdón?

—Perdonado —Irene señaló con la mirada hacia el excéntrico rubio que soltaba estruendosas carcajadas intentando acaparar la atención.

— ¿Por qué crees eso? Irene, esa estrellita es más heterosexual que la palabra heterosexual.

Ella rió nuevamente. —No me mientas Yuta, él te ve de una manera extraña.

—Celos Irene, son celos —Respondió tranquilamente.

— ¿Celos de qué?

—Su cubierta plástica no le da mucha flexibilidad, y él sólo observa molesto a quienes viven libres de eso.

Irene asintió poco convencida, la mirada de Sicheng sobre ella era furiosa, podía sentir su molestia como abrazadoras llamas. —La piel de celebridad es incómoda Irene, y demasiado falsa en este caso.

— ¿Siempre eres tan dramático para explicar algo o es un encanto de los japoneses?

—Es simplemente algo mio, vivo para el drama y la tragedia, soy casi tan dramático como Romeo pero menos romántico.

— ¿Romeo?

—Shakespeare Irene ¡Por Dios!

—Lo se, lo se. No te alteres, pregunto porque como Romeo.

— ¿Qué es más dramático que suicidarte por amor? Exacto, nada.

— ¿Acaso no es trágico?

—En realidad me parece ridículo —Meditó Yuta observando las mejillas rojas de Irene y luego la expresión rabiosa de Sicheng—. Creo que los celos son más dramáticos, escribiré una obra sobre eso.

— ¿Sobre los celos que siente una celebridad por una simple mortal?

El japonés parpadeó impresionado ante la perspicacia de la chica, parecía notar la intensa tensión entre él y Sicheng sin siquiera haberlos visto interactuar. —No eres tan tonta como imaginé, tú podrás ayudarme con mi obra.

Ella asintió divertida y volteó nuevamente hacia Sicheng, quien ahora reía junto a Mino y Jae señalando en dirección a la chica. Yuta contuvo las ganas de enfrentarse a aquel trio de idiotas al ver como la alegría se extinguía lentamente en la mirada de Irene.

—Y pensar que me gusta Jae —Suspiró la chica—. Los más guapos suelen ser los más idiotas.

Yuta pensó en eso, pensó en Sicheng con su porte de chico malo y multimillonario, realmente le impresionaba que toda la secundaria se creyera ese cuento de hadas.

Sicheng era más tonto que malo, clase media quizás en vez de multimillonario y definitivamente era más delicado que una copa de vidrio.

Era demasiado temperamental y obsesionado por la opinión de los demás, cualquier pequeño comentario podía servir de viento para derrumbar el castillo de naipes que era su autoestima.

Aún a estas alturas no estaba seguro del porque seguía viéndose a escondidas con él.

—Yuto no es idiota y es lo suficientemente atractivo ¿Por qué aún no aceptas salir con él?

—Porque soy una masoquista que aún quiere a Jae —Respondió viendo como el mencionado levantaba el dedo del medio en su dirección.

Sin soportarlo más, Yuta se levantó fastidiado e imitó el gesto de Jae, ganándose una mirada desconcertada y vagamente herida por parte de Sicheng. —Vamonos, te daré una charla sobre el amor propio y los príncipes azules.

Celebrity Skin ; yuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora