XVII - Tiniebla floreciente

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No encuentra a Yoongi por ningún lado.

Decidió regresar a casa para no dejar a Jin tanto tiempo solo. Quién sabe si algo le pasaba.

De camino notó que hay muchos narcisos blancos adornando el camino por el que vino hasta desviarse. Como persona curiosa no evitar seguirlos para ver a donde lo conducían. Antes no estaban y si lo están ahora ¿Por qué es así? Llegado un punto empezó a correr con una enorme sonrisa, divertido y se lanzó en el enorme campo blanco donde pétalos volaron por doquier.

Vuelto de pie miró que entre los pétalos blancos que van cayendo hay una persona que viste un himatión negro con bordado dorado. A pesar de su palidez, cabello y ojos mortalmente negros... En los labios de comisura rojiza hay una leve sonrisa amable.

Con paso lenta se acerca a él hasta tomarle de la mano que le tiende. Mueve los labios y se lleva la zurda al cuello, enfadado de no poder decir nada. Jungkook le niega con la cabeza, No hace falta que hable.

Lo juntó un poco más a su cintura y empezaron a bailar al mismo son del viento tan disperso que mueve los pétalos de narciso. Jeonghan observa desde detrás de un árbol. Recuesta la cabeza en el tronco de este. Podría haber atraído a Jimin, quién sabe, si no hubiera visto a Jungkook pudo haberse quedado únicamente con él...

Sin embargo, Jimin es tan feliz en el Averno... No aguantaría verlo triste por sentirse incompleto sin consciencia del porqué.

— ¿me acompañarías? Prometo no hacerte daño. —dice en voz baja. Jimin se lo pensó, ambos detenidos.

«¿Quién eres?»

Interroga con solo mover los labios. Jungkook arrugó la nariz con una enorme y cándida sonrisa.

—Solo una persona que te ama más que a la existencia misma y prefiere perder todo lo que tiene antes que no tenerte.

Jimin se sintió entre anonadado y conmovido por sus palabras. Estuvo a poco de asentir con la cabeza hasta que se percató de la enorme águila que se posó en una rama. Su corazón se alborotó y al alzar vuelo aquel ave predadora la necesidad de huir con rapidez lo atacó. Jungkook no pudo pararlo, pero si pudo ver al águila.

— ¡CERBERO!

El suelo se rompió y de entre el abismo oscuro e infernal brotó el enorme perro de tres cabezas que corre derrumbando árboles tras el ave y el muchacho que huye de esta. Jungkook junto a Jeonghan se montaron en el carro llevado por corceles.

Llegaron hasta una costa donde Jimin tropezó y muy apenas pudo quedar apenas con un rasguño en el hombro por el águila. De haber podido gritar, lo haría. La cabeza central de cerbero tomó al águila y la pisa con una de sus patas. No tarda en transfigurarse en Seunghyun con el cielo nublándose brillando por los rayos que usará para atacar al perro infernal.

—Todo está bien cariño, ya no- N-no te asustes. —pide al verlo tan aterrorizado. No lo culpa. Es "mortal" y esto es tan increíble que da lugar al horror.

—No permitiré que te toque, ven conmigo. —pide Jungkook con la misma calma y necesidad que antes.

Jimin lo miró un instante y antes de cualquier muestra de aceptar o negar... se desvaneció frente a los ojos de todos.

...

— ¡Ya te lo he dicho! ¡en mi voluntad no estaba hacer desvanecer a mi propio hijo! No tenía la necesidad. Quería llevármelo, pero tu perro asqueroso-

— ¡ES MI MARIDO! ¡DEVUÉLVEMELO O UNO A UNO LOS TITANES SALDRÁN DEL TÁRTARO!

Jungkook está tan furioso que hay temblores de manera constante tanto en la tierra mortal como el olimpo. Nadie es capaz de calmarlo y como lo harían.

Garden of Hesperides || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora