The Little Wolf [JiCheol]

07; Noche de películas

Hace una semana Seungcheol cumplió su mayoría de edad y no parecía entusiasmado por eso, sabía que tarde o temprano su padre le pediría que se uniera al clan y era algo que no quería. El día de su cumpleaños, sus amigos le habían preparado una fiesta sorpresa en casa de uno de sus amigos, fue una celebración bastante grande y ruidosa, pero Seungcheol no se divirtió porque él quería pasar ese día con Jihoon. En el último año se volvieron más cercanos de lo que ya eran y ninguno de los dos se daban cuenta de la razón.

Jihoon estaba en casa esperándolo, bastante ansioso porque Seungcheol le había prometido que al llegar a casa después de clases el viernes, pasarían toda la tarde y toda la noche viendo películas de todo tipo. La habitación ya estaba preparada para la maratón de películas que haría, Chan le había enseñado a Jihoon a preparar palomitas de maíz de manera natural, ya que las que se preparaban en el microondas, el señor Choi las había prohibido en la casa. Habían muchas golosinas y bebidas de distintos sabores.

Sólo faltaba Seungcheol.

El mayor fue puntual como lo había prometido, no quería que los ánimos de Jihoon se bajaran aunque fuera una rayita. En cuanto abrió la puerta de la habitación, el menor saltó sobre de él, haciéndolo retroceder un par de pasos.

—Estaba esperándote— dijo con muchos ánimos el mitad lobo.

Ambos entraron cerrando la puerta detrás de ellos y Seungcheol inspeccionó su habitación, Jihoon la había acomodado muy bien; ya lo imaginaba moviendo las cosas una y otra vez para que quedaran perfectas. Sonrió y miró a Jihoon —¿este será mi regalo de cumpleaños?

La expresión de Jihoon cambió de una sonrisa a una una cara de confusión —¿esperabas algo más?

—No en realidad, es mucho mejor que el regalo que me dieron mis amigos— "mucho mejor que cualquier regalo que cualquiera pudiese darme" pensó para sí mismo.

Los dos caminaron hasta el sofá frente a la televisión, tenían mantas y las suaves almohadas de la cama, por si les daba frío, por si les ganaba el sueño o por si ponían una película de terror y Seungcheol terminaba asustado. ¿Quién diría que la dulce carita e inocente personalidad de Jihoon amaría las películas de terror?

Cuando recién llegó a esa casa y el mayor le enseñó lo que eran las películas, Jihoon vio de todo tipo, románticas, de comedia, tristes, familiares, de navidad, de acción, etc.; pero al llegara a las películas de terror, Seungcheol tuvo miedo de que el cachorro terminara aterrorizado o traumado, pero resultó todo lo contrario. Jihoon se transformaba en su forma animal para aullarle a la pantalla y agitar su cola en diversión.

Comenzaron con películas de comedia, Seungcheol había tenido un pesado día en el colegio y quería algo de diversión para olvidar su horrendo día. Los dos reían a carcajadas por las acciones de los personajes, o por las cosas que decía, de vez en cuando se miraban al reír, como si hacerlo hiciera más divertida la escena. Continuaron con películas de terror, el mayor quería pasar por ellas primero, así el resto de las películas le harían olvidar las horrendas y ruidosas escenas que lo traumarían.

A mitad de la primera escena en la que el fantasma saldría hacía la pantalla asustando a los espectadores, Jihoon se convirtió en lobo y comenzó a ladrarle a la pantalla, terminando con un aullido, como ya era costumbre. Seungcheol prefirió ver al menor y ver su alegre cola sacudiéndose que mirar la escena terrorífica. Aquella escena terminó y Jihoon regresó a su forma humana para sentarse cómodamente en el sofá y terminar de ver la película.

Ya comenzaba a hacerse tarde y Jihoon seguía siendo muy escandaloso así que antes de que terminara la película, Seungcheol terminó sobre de él abrazándolo con la excusa de que tenía miedo, todo para evitar que se volviera a transformar en lobo y alguien de la servidumbre fuera a callarlos todo porque el escándalo le molestaba a alguien. Sabía que eso era mentira, pero quería ahorrarse la interrupción y que arruinaran el momento.