hospital

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Demoro lo menos que pudo, el delantal de color crema y verde menta reposaba en el, su tela era suave aún que suponía que el color no le favorecía.
Como dijo anteriormente, Baek siempre se ocupaba de todos los detalles, incluso del pequeño bordado en forma de beicon en el bolsillo izquierdo del pulcro delantal.

-vale, ven echame una mano-

La sonrisa cálida y los ojos marrones tan profundos pero suaves de Baek le brindaban comodidad, era una mirada de cariño y confort.

Los clientes no tardaron en llegar, la lluvia amenazaba con volverse salvaje y un café siempre venía bien en esos días tan fríos.

Los pedidos comenzaron, se podía observar a ambos caminar de mesa en mesa con bandejas llenas y vacías, la amabilidad y las sonrisas nunca cesaron.
Las personas agradecian y estaban contentas con su trabajo.
En particular disfrutaba mucho servir las grandes tazas de chocolate caliente a quienes buscaban refugiarse de la lluvia y el frío, se atrevió a decir que era un buen día.

La campanilla de la entrada resonó alertando de un nuevo cliente, Minho se dirigió hacia ellos con un blog de notas en mano junto a una pluma y su vista fija en ella. La melodía de una canción se le escapaba de la lengua, desbordaba tranquilidad y paz sin olvidar su felicidad.

-que ordenareis -

-un late cargado con pastelillos, y tu cariño-

No podía estar pasando, no a el. Esa voz, era tan.

-Humm quiero un batido de fresa-

Tan delicada, melodiosa y suave. Han era el perteneciente de tan dulce voz.
Minho bajo su libreta para verles, sentía una gran opresión en su pecho y el nudo formándose en su garganta, los sentimientos salían a flote y todo rastro de alegria se esfumó.

Captó la mirada de las dos personas sentadas frente suyo quienes tenían una expresión de sorpresa. Quien diría que luego de un mes volverían a reencontrarse.

Han quería besar, abrazar, y disculparse de todas las formas posibles con Minho. Pero le parecía algo imposible al estar de la mano con su primo.

Chan parecía el menos afectado, una idea se cruzó en su mente. Aunque no tenía previsto ver a Minho allí lo estaba disfrutando mucho.

El pitido en sus oídos, el frío en sus dedos, incluso su boca se secó. Sabía que debía dejar ir a Han y todo lo lindo que vivió junto a él.
Este parecía tan vivo y feliz junto a la persona con la que compartía lazo de sangre.
Toda la tristeza, rabia e ira acumulada quedó atrás, lo único que sentía era decepción.

Forzó la sonrisa más falsa que pudo en ese momento y se marchó con el sonido de su corazón quebrantándose nuevamente.

Estaba siendo descuidado demostrando una vez más que lo que sus ojos veían le afectaba en gran manera, el no era así, su padre le enseñó que nunca debía demostrar su tristeza. Pero estaba allí, observando una y otra vez como Jisung regalaba sonrisas y tiernas muecas a alguien más.

-Minho más clientes-

Señalo Baek al notar lo distraído que se encontraba, ese no era Minho.

-Quieto-

Escuchó decir a su izquierda, intentó ser disimulado y solo escuchar pero cuando el amor está en juego nadie quiere perder, pero él fue el principal perdedor.

Jisung asintió mientras bebía de su licuado, cris acercó su rostro hasta rosar sus labios que terminó en un dulce beso, siendo correspondido al instante.
Solo duro unos minutos ya que el fuerte golpe de la puerta siendo azotada les hizo separarse.

Dulce y Tragico amor..! (Minsung,Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora