Dulce y Tragico amor..! (Minsung,Changlix)

Bad Boy (minsug)

-Cállate esto lo arreglaremos en casa-

El corazón de Han estaba tan acelerado cómo si hubiera corrido una maratón.
¡OH JODER SI QUE LA HABÍA CAGADO!.
Luego de unos minutos el automóvil se detuvo en luz roja.

-Que más hiciste? -
Pregunto el con su potente voz, pero con su vista fija en frente.
-y-yo-
Sus manos no paraban de moverse.
Si decía lo que sucedió Changbin tendría problemas.
-tu qué Jisung , ya sabes lo que sucederá si mientes-
Esto iba enserio, Minho nunca le llamaba por su nombre a menos que de verdad estuviera molesto.
-Changbinie Hyung quitó lo que usted me colocó-
Pronuncio cada palabra más lento de lo normal, casi inentendible pero el Minho logró escucharlo perfectamente.
Sintió su sangre hervir de rabia.
Apretó sus manos al volante con furia contenida, tanto que sus nudillos quedarán blancos. Tenso su mandíbula y habló
-No sabes lo que te espera-
Tomó el móvil y marcó un número que el menor conocía de memoria, "perdóname Hyung" Se repetía mentalmente una y otra vez.
Tapó sus oídos para no oir la conversación ya que sabía lo tanto que Minho odiaba que lo escuchara.

Ya fuera de casa.
-Baja-
Habló fuerte y claro mandando vibraciones al pene del menor el cual se encontraba algo despierto.
Bajo lo más rápido que pudo y camino hasta la entrada de su hogar.
El mayor lo observo por el rabillo del ojo, tal vez debería jugar.
Han movía sus manos con nervios y mantenía su vista en el suelo.
Se veía bastante nervioso y eso emocióno a Minho, quien no pudo evitar sonreir de medio lado.
Abrió la puerta e ingresaron, esta resonó por toda la habitación al ser cerrada de golpe. Han dio un  salto en su lugar.
-mm que puedo hacer-
Canturreo mientras daba lentas vueltas al rededor de Han.
-da-
Fue interrumpido de inmediato.
-shh-
Coloco un dedo en sus rojos belfos.
-hoy no hablaras-
Hizo una pausa,  miro a los oscuros ojos de han y continuó.
-hoy se trata de mi placer, no del tuyo-
Soltó una risa socorrona para luego acercarse peligrosamente al menor.
-escaleras arriba-
Ordenó autoritariamente, el pequeño aún seguía en shock por las palabras dichas hace unos instantes  que no escucho la orden.
Volvio a la realidad al sentir la dolorosa y pesada mano de Minho en su  trasero.
-no escuchaste Jisung. Sube ahora mismo!-
Suspiro frustrado y enojado, su paciencia se estaba agotando.
Han subió sin titubeos.

Ya arriba, junto sus manos y bajo su vista hasta que el mayor llegará.
¿Estaba arrepentido?  Claro que si, pero acaso eso importaba a esta altura.

Las pisadas en las escaleras se hicieron presente al igual que el varonil aroma del mayor.
El rechinar de la puerta y sus latidos acelerados era lo único que podía escuchar.
Minho lo observó desde su lugar y sonrió un momento, solo el tenía la oportunidad de ver a su chiquillo de esa forma ya sumisa.

-crees que fuiste un mal niño?-
Empleó un tono calmado pero al mismo tiempo con una pizca de severidad.
-si, lo fui daddy-
Contestó con honestidad.
-desnudate. Pero lento, quiero disfrutar la vista-
Tomó asiento en la cómoda cama y poso sus ojos en Han.
El menor tomó su suéter y se lo quiito lentamente , dejó a la vista su plano abdomen y sus rosados botones.
Minho remojo sus labios y no pudo evitar comerse con la mirada a su novio.
Continuó con su pantalón, desabrochandolo y lo dejó caer.
Jugó un poco con el elástico de su ropa íntima,  antes de quitársela la voz del mayor lo detuvo.

-detente. Ese es mi trabajo-

Hizó una seña para que el menor se acercara cosa que acato al instante.

Beso el plano abdomen, han dejaba escapar pequeños jadeos involuntarios; poso sus manos en el bien formado trasero de menor para estrujarlo e introducir su mano dentro de la prenda.
Masajeo un poco su pene sobre la tela, mientras que con su otra mano jugaba con la rugosa entrada de Han, quien parecía desfallecer del placer.
Sus gemidos cada vez eran más ruidosos, sintió una ola de excitación invadirle y movió ligeramente su pelvis por más tacto.

-estas comportándote cómo un niño malo-

Dijo mientras sus movimientos tomaban un vaiven más lento.

-P-porque-

Intento formular una pregunta, pero solo salían balbuceos de su dulce boca.
Apretó ligeramente la intimidad de Jisung y el solo podía retorcerse en su lugar.

-creo que lo sabes bien-

Suspiro sonoramente y habló.

-recuerdas cuando dije que recogieras la habitación-

Pregunto mientras aceleraba sus movimientos, con la otra mano bajo la prenda restante que ya se les hacia incómoda.
Han quien era un lío de gemidos y Jadeos intentaba poner atención a cada palabra que Minho soltaba, pero le era imposible cuando sentía su orgasmo Avesinarse.
Sus gemidos eran más constantes y agudos, su espalda Se curvo y cerro los ojos.

-contesta-

Reclamo, frenando cualquier movimiento con su diestra.
Puso su dedo pulgar en la base del pene del menor impidiendo que se viniera.
Este lloriqueo por su liberación pero fue en vano. Pequeñas lágrimas deslizaban por sus abultadas mejillas, y no le quedó otra que contestar.

-s-si lo recuerdo dad-dy-

-y crees merecer un castigo?-

Pregunto algo impaciente, su pene dolía dentro del ajustado pantalon.
El azabache asintió constantemente.

-bien, en cuatro-

Demando quitando sus manos del cuerpo del pequeño, quien suspiro de alivio mientras se posisionaba.

Sintió la suave tela rosar sus manos y rodillas.
Mientras tanto Minho se quitaba prenda por prenda, deleitandose con la exquisita vista.
Han se preparaba mentalmente para lo que venía, ya que era más que obvio que en verdad le doleria.
Sintió el peso extra justo detrás de el y trago duro.

-no seré gentil-

Escupió en su mano, para luego masajear su duro falo.
Colocó la punta en la ansiosa entrada del menor, y se hundió lentamente en ella.

Jisung soltaba quejidos de dolor y unas lágrimas escaparon de sus ojos. Joder sentía como si lo estubieran partiendo en dos.

El mayor mando toda su amabilidad a la mierda y no espero un segundo más para comenzar con las duras y firmes estocadas, en donde logró hallar el punto g del menor.
Jisung se disolvió en gemidos de placer pidiendo más y más, algo por lo que el no se negaría.
Unas cuantas estocadas más y el menor se vino en las sedosas sábanas.
Viró sus ojos y saliba escapaba de sus comisuras por el inmenso placer que sintió. Su interior se contrajo y Minho gruño gustoso terminando en el Interior de Han.

El salió con acuidado para tumbarse en la cama, Han intento hacer lo mismo pero sus planes fueron detenidos por la negación de Minho.

-levántate, limpiaras la casa-

ordenó brusco.

-pero-

Este fue interrumpido por la severa mirada que el mayor le dio, se levantó con algo de dificultad, jamás volvería a desobedecer.

Holaa se que demoró mucho en actualizar por mis clases y examenes. Pero prometo actualizar más seguido