Capitulo 3- Stefan, un buen cuñado.

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Al dia siguiente me desperté temprano, cosa que odio hacer con toda mi alma, dormir es lo mejor que me pasó en la vida y lamentablemente cada vez puedo disfrutar menos de hacerlo.

No me hubiera despertado tan temprano de no ser porque hoy me espera un aburrido dia de mudanzas, tengo que preparar mi nueva casa, desempacar todo y ocuparme de que todo quede listo y preparado para que se pueda vivir en un principio para no tener que molestar mas a Elena.

Tomé la mayor cantidad de maletas y cajas que pude cargar y las llevé a mi nuevo hogar, que por suerte estaba al lado de la casa de Elena porque si no no habria podido hacerlo y por mi flojera habria tenido que llamar un taxi.

Así en un par de viajes termine de llevar todo, incluido mi pequeño Snoopy el cual se encontro muy comodo en mi nuevo jardín el que acondicione para que tenga todo lo que puede nececitar.

Cuando terminé de encargarme de Snoopy alguien llamó al timbre y fui a abrir la puerta lo mas rapido que pude, tube la grata sorpresa de encontrarme con Stefan, Bonnie, Jeremy, Elena y Tyler con latas de pintura y bronchas en sus manos.

- Hola chicos, ¿Que hacen aqui?- pregunté.

-Venimos a ayudarte a pintar, asi acabas mas rapido y podemos ir todos al grill a pasar el rato- Contestó Elena señalando la pintura y a todo el equipo que se habian traido con ellos.

-Perfecto pasen chicos- dije alegre y los invite a pasar a todos.

Elena, Jer, Bon y Tyler pasaron enseguida y ya se pusieron a dar la primer mano de pintura. Pero vi que Stefan se quedo afuera pensativo.

-hey Stefan- lo llame- anda pasa, no te quedes ahí- repetí.

-no se si deberia _______- respondió.

-¿Porque no? no te hagas problema hombre que aca somos todos amigos de todos, pasa, estas como en tu casa- insistí.

-Bueno ya- aceptó y con una sonrisa puso un pie dentro de mi casa y luego de unos segundos el otro como comprobando que podía pasar, algo que me parecio raro pero decidi ignorarlo y sumarme al grupo que ya habia empezado con las paredes de mi cuarto.

Pasamos casi toda la tarde terminando de acomodar y pintar todo. Cuando ya estabamos casi seguros de que habiamos terminado recorde que era lo que faltaba, mi araña antigua de oro y plata con cristalitos en forma de gota que no puede faltar en mi casa. Segun mi madre era de una de mis antepasadas, familia lejana, pero familia al fin y mi casa no estaba completa sin ella.

Me subí a la escalera que habiamos utilizado para alcanzar a pintar los lugares mas altos de las paredes y comenzé a colocarla, extrañamente cuando se trata de cosas antiguas de mis antepasados siempre me viene una repentina energia y fuerza que me ayudaron a colocarla por mi cuenta, cuando estaba terminando de fijarla bien pude ver un nombre grabado en uno de los extremos, Rosalie, decia en una hermosa letra cursiva, al momento en que lo leí, la imagen de una mujer , de pelo rubio largo y ondulado, mis mismos ojos y rostro y una apariencia fisica tambien identica a la mia invadio mi mente, un eco que repetia su nombre seguia sonando en mi cabeza, retumbaba y todo comenzó a dar vueltas en la habitación y pude sentir como perdí el equilibrio y caí de la escalera, pero antes de que toque el piso unos brazos me atraparon y al abrir los ojos note que mi salvador no era nada mas ni nada menos que Stefan, mi cuñado, si, yo lo califico como cuñado ya que Elena y yo comos como hermanas, siempre lo consideramos asi.

-Wow, que reflejos, ¿como pudiste llegar hasta aca tan rapido y atraparme?- pregunte confundida una vez que las cosas dejaron de darme vueltas.

-emm... emmm... yo- balbuceó Stefan dudoso y claramente nervioso, ¿acaso dije algo que no debia?

Para toda la eternidad (Damon salvatore)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora